Cultural

Muestra de foto-óleo es el único proyecto piurano financiado por el Bicentenario Perú 2021

La colección se titula El cromático Bajo Piura y reúne las escenas capturadas por Manuel Quiroz sobre la producción alfarera, la gastronomía local y el tejido de sombreros de paja toquilla de los años 50.

La colección de foto-óleo de Manuel Quiroz, cedida por el CIPCA, recoge la identidad del Bajo Piura del siglo pasado. Foto: composición LR / Gerson Cardoso
La colección de foto-óleo de Manuel Quiroz, cedida por el CIPCA, recoge la identidad del Bajo Piura del siglo pasado. Foto: composición LR / Gerson Cardoso

La urbanista Jane Jacobs dijo alguna vez que las ciudades tienen la capacidad de proveer algo para cada uno de sus habitantes solo cuando son creadas para todos. Esta extensión significativa es un elemento que compone la muestra del reportero gráfico Manuel Quiroz, un ecuatoriano que llegó a Piura en 1949 y que desde entonces registró, a través de la técnica del foto-óleo, episodios de la vida más tradicional del Bajo Piura: el entorno de las picanterías y chicheríos, las ferias dominicales cataquenses y el uso del barro como principal insumo en la producción alfarera.

Andrés Garay, investigador de la fotografía peruana, y Cristina Vargas, museóloga —ambos docentes de la Universidad de Piura— son los curadores de El cromático Bajo Piura, una muestra fotográfica que pone en evidencia el valor histórico de las tomas de Manuel Quiroz. Se trata, además, de la única colección piurana financiada por el Proyecto Especial Bicentenario de la Independencia del Perú. Ambos gestores coinciden en la idea de que las imágenes de Quiroz no solo configuran la narración de una comunidad local norteña, sino que aportan a la identidad cultural de la nación peruana.

El Proyecto Especial Bicentenario de la Independencia del Perú forma parte de la agenda de conmemoración de los 200 años de la vida soberana del país y cuenta con cuatro líneas de participación, supervisadas por la Unidad de Gestión Cultural y Académica: espectáculos virtuales para las artes escénicas, proyectos de arte y educación, exposiciones virtuales —categoría a la que pertenece El cromático Bajo Piura— e intervención en el espacio público.

Respaldo histórico

Fue el Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA) la entidad que facilitó el uso de las imágenes de Manuel Quiroz para esta exposición, y fue Zenaida Quiroz Becerra, la hija del fotógrafo, quien compartió información valiosa e inédita con los curadores. Este reportero gráfico, a quien Andrés Garay considera un artista porque su formación en Bellas Artes, en Quito, “le da una perspectiva que lo va a marcar”, cumple un doble papel en la memoria histórica de Piura: conserva testimonios físicos para conocer elementos todavía vigentes en la identidad de la provincia y le otorga una mirada estética a las tradiciones gracias al uso del óleo.

Cristina Vargas señala que este proyecto se empezó a gestar en el 2019, luego de que la colección fuera una vía para la parte documental de otro trabajo: “Nos interesó mucho la posibilidad artística y la posibilidad documental de la información también histórica y etnográfica”. La docente indica que cuando comenzó la pandemia el trabajo frenó, pero al poco tiempo tuvo un nuevo enfoque: “Cuando surgieron los estímulos de arte al Bicentenario decidimos lanzarnos al concurso”.

Además de los docentes que encabezan El cromático Bajo Piura, el equipo está conformado por Cristhian Rojas, encargado del diseño web, y Kevin Aguilar, delegado del programa educativo. Con respecto al tratamiento de la galería, Pablo Cruz se ocupó de la digitalización y Luis Luna Victoria de la calibración y el retoque.

Conciencia artística

Quiroz emplea los marrones y una serie de matices vinculados a la tierra, al carrizo y al barro, las materias más representativas del escenario seleccionado, Catacaos, una zona que pertenece al Bajo Piura. “Era un artista bastante completo que a través de esta colección logró documentar muy bien las tradiciones de la vida vibrante del Bajo Piura y se quedó maravillado por la confrontación con esta información cultural tan importante”, destaca Vargas.

Por su parte, Garay destaca la condición privilegiada de Quiroz: “Tuvo una doble formación al estudiar la carrera de Bellas Artes en los años 20, y en los años 30 trabajó como reportero gráfico en el diario El Comercio de Quito. (…) Hizo un trabajo en la prensa, pero nunca se desligó de su destreza artística. En Catacaos encuentra la posibilidad de fusionar esas dos vertientes”. El docente menciona que el uso del foto-óleo tiene la función de despertar una sensibilidad en el espectador, entonces lo que Quiroz logra es que “esos contenidos fuertes, desde el punto de vista informativo, ingresen a un mundo cultural más amplio”.

Fuerza cultural

Con la exhibición de este proyecto se busca “tener miradas de todas partes del país, que es lo fundamental en este bicentenario, descentralizar la mirada”, indica la docente y agrega que el país necesita una comprensión regional más amplia: “Debemos observarnos en nuestra propia diversidad también desde las regiones que han tenido sus propias dinámicas y cómo se han ido desarrollando en paralelo con lo que pasaba en otros sitios”.

“Lo que hizo Manuel en su época fue mostrar en clave artística y documental a los piuranos de los años 50, 60, 70 y 80. Eran unos contenidos netamente cataquenses y eso es lo que estamos extendiendo a nivel nacional a través de este concurso”, resalta Garay, “cómo el tema identitario de Catacaos se coloca en la órbita nacional”, agrega. Aunque el especialista en fotografía peruana reconoce que Manuel Quiroz exhibe también una propia centralidad de Piura: “Manuel Quiroz, apenas llegó, detectó esa potencia del Bajo Piura”.

Ganadores del concurso

Son 33 los proyectos ganadores, entre ellos El Cromático Bajo Piura. Lima, Pasco, Junín, La Libertad, Ánchash, Loreto, Cusco, Ucayali, Puno, Arequipa, Ayacucho, Lambayeque, Ica y Cajamarca son las demás regiones que han obtenido este reconocimiento.

“Recuperarlo para todos, no solo para nosotros como investigadores, es una experiencia muy gratificante”, confiesa Vargas. “Yo creo que Quiroz puede aparecer en la memoria de algunas generaciones un poco más pasadas, pero las generaciones nuevas quizá pudieron haber visto imágenes de Quiroz sin saber del gran artista que hay detrás”, concluye.