Ciencia

Nace el primer lobo ártico clonado en el mundo tras ser gestado por un perro beagle

La compañía china que dirigió la clonación asegura que el proceso podría replicarse en otras especies en peligro de extinción.

Maya es la primera loba de su especie clonada en el mundo. El lobo ártico se encuentra en peligro de extinción. Foto: Sinogene Biotechnology
Maya es la primera loba de su especie clonada en el mundo. El lobo ártico se encuentra en peligro de extinción. Foto: Sinogene Biotechnology

Sinogene Biotechnology, una empresa china de biotecnología, anunció el pasado 19 de septiembre haber clonado por primera vez a un lobo ártico, un animal catalogado en peligro de extinción, informó el diario nipón Global Times.

La clonación, fruto de dos años de investigación, fue anunciada 100 días después del nacimiento del animal, un lobo llamado “Maya” que según los responsables del proyecto se encuentra en buen estado de salud en un laboratorio de la firma ubicado al este de la provincia de Jiangsu.

La célula donante fue obtenida a partir de una muestra de piel de una hembra de lobo ártico de origen canadiense, el ovocito procedía de una perra cuya raza no ha sido precisada y la gestación la desarrolló otra hembra de perro de raza Beagle, explicó el subdirector de Sinogene, Zhao Jianping.

La clonación de Maya, la primera lobo ártico, fue anunciada 100 días después de su nacimiento. Foto: Sinogene Biotechnology

La clonación de Maya, la primera lobo ártico, fue anunciada 100 días después de su nacimiento. Foto: Sinogene Biotechnology

“Maya”, el primero lobo ártico clonado

Los científicos implantaron un total de 85 embriones en los úteros de 7 perras Beagle, indicó Zhao, quien agregó que la elección de un perro para gestar el clon se debe a las similitudes genéticas entre ambas especies.

Según el director de la empresa, Mi Jidong, citado por Global Times, se trata del primer caso en el mundo de clonación de un lobo ártico.

“Maya” será trasladada dentro de algún tiempo a Harbon Polarland, un parque temático en la provincia de Heilongjiang (noreste), donde inicialmente no se incorporará al resto de los lobos árticos que viven en ese lugar ante la posibilidad de que no se adapte a la convivencia en manada.

Expertos citados por el rotativo chino señalaron que el éxito de este proyecto de clonación abre la puerta a la reproducción artificial de otros animales amenazados o en riesgo de extinción para garantizar la supervivencia de esas especies al incrementar su población.

Sinogene también avanzó que planea un acuerdo con el Wildlife Park de Pekín para seguir investigando sobre las aplicaciones de la tecnología de clonación en la crianza y conservación de fauna salvaje amenazada.

Críticas sobre el proyecto

Frente al éxito del proyecto, otros científicos han planteado reparos sobre la clonación y los problemas técnicos y éticos que plantea este tipo de procedimiento.

Sun Quanhui, científico adscrito a la Organización Mundial de Protección de los Animales, declaró al Global Times que pese a los avances de la tecnología de clonación en los últimos años, todavía queda mucho por investigar en aspectos como los posibles riesgos para la salud asociados a los animales clonados.

Sun planteó asimismo bajo qué circunstancias es admisible clonar animales o cómo afecta la clonación a la biodiversidad, y sostuvo que esta técnica debería aplicarse solo en caso de especies a punto de extinguirse, o a aquellas que ya se encuentran extintas en su entorno salvaje y de las que solo perviven ejemplares en cautividad.

China ya ha realizado anteriormente anuncios sobre avances en la tecnología de clonación, un campo en el que ha registrado hitos como el nacimiento en 2018 de dos primates genéticamente idénticos, clonados con la misma técnica usada con la famosa oveja Dolly.

En 2019, el país se sumió en una fuerte polémica generada por el científico chino He Jiankui, quien afirmó que había conseguido crear a los primeros bebés manipulados genéticamente para resistir al VIH.

La revelación y el posterior revuelo que causó llevó a las autoridades chinas a abrir una investigación que desembocó en una condena de tres años de prisión para He, quien salió de la cárcel en abril pasado.

El escándalo llevó a las autoridades chinas a revisar sus normativas respecto de la modificación genética en humanos, que ahora exigen una aprobación de nivel nacional para investigaciones clínicas en ese campo o en otras “tecnologías biomédicas de alto riesgo”.

En marzo pasado, el Gobierno chino también publicó unas nuevas directrices de reforma de los procesos de revisión ética en áreas como ciencias de la vida, medicina o inteligencia artificial.

Con información de EFE.

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