Parapléjicos recuperan movilidad un día después de tratamiento experimental
En total, 3 pacientes con parálisis total en sus piernas y troncos recuperaron su movilidad en un tiempo récord tras someterse a un procedimiento en sus médulas.
Un grupo de neurocientíficos suizos, liderados por Grégoire Courtine y Jocelyne Bloch, ha revelado que un tratamiento con electrodos logró que tres personas parapléjicas recuperen la movilidad de sus piernas y el tronco después de años. Los casos, pertenecientes a un ensayo clínico que aún está en curso, fueron informados en un artículo publicado en la revista Nature Medicine.
Los resultados de su investigación, señalan los autores, demuestran que los tratamientos personalizados, teniendo en cuenta las lesiones particulares de cada paciente, pueden representar una potencial solución para tratar lesiones medulares graves.
El novedoso tratamiento consistió primero en implantar, mediante una cirugía, un grupo de 16 electrodos sobre la médula espinal de cada persona para vincular nuevamente el cerebro con las piernas y el tronco (músculos del abdomen y espalda baja). Estos electrodos, a su vez, se conectaron remotamente al software de un dispositivo que permitía regular la intensidad de los impulsos eléctricos.
Sorprendentemente, solo un día después de la operación, la capacidad motora baja se restauró en los tres pacientes. Uno de ellos, Michel Rocatti, aseguró en una rueda de prensa: “Un día después de empezar a practicar vi que mis piernas se movían otra vez; fue una emoción muy intensa”.
Durante los ensayos, los tres pacientes —quienes quedaron discapacitados después de accidentes en motos— lograron caminar, manejar una bicicleta especial y patear las piernas en una piscina.
Luego de cuatro a cinco meses del tratamiento, Rocatti pudo pasear por las calles en un andador mientras regulaba por su cuenta la intensidad de los impulsos eléctricos. “Cuando uso el aparato me encuentro mejor, me siento más fuerte y los dolores asociados a la silla de ruedas desaparecen”, señaló.
El equipo suizo probó su tecnología en ratones sin médula por primera vez en 2014 y realizó lo mismo con un grupo de monos en 2016. Según estimaciones del neurocientífico Courtine, los primeros ensayos clínicos de gran escala se iniciarán en 2023, a través de la empresa Onward Medical, una organización creada junto a su compañero para la potencial comercialización de la tecnología.