Llegan las primeras imágenes de Mercurio captadas por la misión BepiColombo
La nave espacial europeo-japonesa llegó este viernes al planeta más cercano al Sol, cuyos secretos aún intrigan a los científicos.
Este sábado, las agencias espaciales de Europa (ESA) y Japón (JAXA) revelaron las primeras imágenes de Mercurio captadas por la misión BepiColombo, que sobrevoló la pasada noche el planeta más cercano al Sol. Estas fotos en blanco y negro fueron difundidas casi inmediatamente después haber sido tomadas y transmitidas por la nave espacial.
La instantánea que figura en la portada de esta nota fue tomada a las 23:44 horas UTC cuando la nave se encontraba a 2.687 kilómetros de distancia de Mercurio, si bien la mayor aproximación se produjo diez minutos antes, cuando se situó a unos 199 kilómetros.
Muestra una parte del hemisferio sur del planeta, donde “extensas llanuras de lava cubren la superficie”, señala la ESA en un comunicado.
“El cráter más grande claramente visible, aunque parcialmente tapado por parte de la nave espacial, es el Haydn de 251 kilómetros de diámetro”, agrega. “La suavidad de su piso indica que ha sido parcialmente inundado por lava”.
La siguiente imagen muestra es el hemisferio norte del planeta, donde llanuras y planicies rodean los cráteres visibles.
Hemisferio norte de Mercurio capado por BepiColombo. Foto: ESA / JAXA
Se ve además el cráter Lermontov, de 166 kilómetros de ancho, “que parece brillante porque contiene características únicas de Mercurio llamadas ‘huecos’ donde los elementos volátiles escapan al espacio”.
Debido a su cercanía al Sol, el lado diurno de Mercurio registra una temperatura de 427 °C. Sin embargo, al no tener una atmósfera lo suficientemente densa para retener calor, el lado nocturno puede llegar a 180 °C bajo cero.
La misión BepiColombo, lanzada en 2018, estudiará estas características propias una vez que esté en órbita alrededor del planeta.
BepiColombo tiene previsto sobrevolar seis veces Mercurio antes de entrar en su órbita, lo que está planeado para 2025. La misión durará siete años y quiere entender el origen y evolución del planeta, que ha sido visitado ya dos veces por las naves estadounidenses Mariner 10 (1973) y Messenger (2004).
En los próximos años, la misión analizará su magnetosfera, su estructura interna, los fenómenos químicos de la superficie y la generación del campo magnético del planeta más cercano al Sol, lo que ha requerido enormes ajustes en la trayectoria para que la nave no sea tragada por la enorme fuerza de gravedad de nuestra estrella.
Con información de EFE