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Videojuegos

Día Mundial del Gamer: crónicas de un cabinero que evolucionó y ahora juega desde casa

Si eres de los que copió el acceso directo de GTA: San Andreas en tu USB para “instalarlo” en el computador de tu casa, eres de nuestro team.

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Cada 29 de agosto, se celebra el día mundial del gamer. Foto: La República

Siempre es un buen momento para jugar a algún videojuego de PlayStation, Xbox, Nintendo Switch, PC o para dispositivos móviles. Sin embargo, esta actividad se torna aún más especial cada 29 de agosto. Desde La República, queremos celebrar el Día mundial del gamer enfocado en Perú con aquellas anécdotas que ocurrieron en las cabinas de internet cuando jugábamos con amigos.

Hablar de cabinas de internet en el Perú es recordar icónicos videojuegos como Half-Life, Counter-Strike, StarCraft, Age of Empires, GTA: Vice City, GTA: San Andreas, Gunbound, Dota All-Stars, Warcraft III, Rakion, GunZ, entre otras joyas, así como redes sociales de la talla de MSN y Hi5, por mencionar algunas.

Fueron estos videojuegos que nos permitieron vivir horas de mucha diversión con amigos y artífices de que se nos ocurran las mejores frases y excusas para seguir jugando, aun cuando nuestra hora ya había terminado.

Cuando la cabina de internet era nuestro refugio

Las cabinas de internet eran espacios repletos de computadoras, cómodos asientos de plástico (las sillas gamer de aquella época), un pequeño quiosco para comprar dulces o cualquier piqueo, teclados negros, algunos blancos, mouses ópticos o, en su defecto, con una pelota debajo; era todo lo que necesitábamos para pasarla bien.

No importaba si alquilábamos 30 minutos, una hora o simplemente nos quedábamos viendo cómo jugaban los demás, la idea era pasarla bien y todo lo que ocurría dentro de la cabina de internet era algo que valía la pena disfrutar. Celebremos el día mundial del gamer con estas anécdotas.

Anécdotas de cabina

“Yo la creo” era la frase más utilizada entre los gamers peruanos de aquella época, pues sabían que tenían que ingresar a Half-Life o Counter-Strike, decidir qué bando tomar, y prepararse para las partidas más épicas.

Es en estos juegos en los que creábamos reglas que todos debían acatar: como jugar solo a cuchillito en el caso de Counter-Strike o en Half-Life no activar la bomba en Crossfire. Sin embargo, siempre había alguien que no hacía caso. Si esto ocurría, automáticamente todos firmábamos un pacto imaginario para eliminarlo un par de veces a ver si escarmentaba.

En las cabinas de internet podíamos disfrutar de videojuegos como Counter-Strike, Half-Life, Rakion, Gunbound, Mu Online, Dota, Left 4 Dead, entre otros. Foto: Half-Life - composición La República

Pero en las cabinas de internet no solo había videojuegos con multijugador local, sino que también teníamos acceso a entregas legendarias como GTA: San Andreas, GTA: Vice City, Spider-Man Shattered Dimensions, Need For Speed: Most Wanted y otros juegos más que nos cautivaban de principio a fin.

Sin embargo, era casi imposible terminarlos en un par de horas y, a veces, guardar la partida no nos aseguraba que la encontremos en los archivos al día siguiente. Debido a ello, en nuestra inocencia, pensábamos que copiando el acceso directo del juego en un USB era posible seguir jugando desde casa.

Un día antes planeábamos cómo daríamos el gran golpe, ya que no queríamos que alguien nos descubra. Una vez dentro de la cabina y sentados frente a la computadora, nos sentíamos los mejores hackers del mundo. Copiábamos el acceso directo en el USB, esperábamos que termine nuestro tiempo e íbamos corriendo a casa para conectar el USB en la PC; sin embargo, no sabíamos que solo teníamos el acceso directo del programa por lo que este no se podría ejecutar.

Cuando copiabas el acceso directo de tu juego favorito para ejecutarlo en casa. Foto: Vrutal

Algo que se hizo muy común en las cabinas de internet fue alquilar dos máquinas juntas. Claro, si teníamos el suficiente dinero para costear tremendo lujo. Gunbound recién salía y era una vergüenza estar más de una semana en el rango de pollito.

Por ello, optábamos por alquilar una máquina extra por un par de horas o esperar a que la cabina de internet esté casi vacía para prender la PC de nuestro costado, ingresar nuestra segunda cuenta y crear una partida con clave (nadie podía entrar) para empezar a mamutear y ganar ridículas cantidades de experiencia. Al día siguiente hacíamos alarde de nuestro nuevo nivel.

Por otra parte, hacernos amigos del dueño era una misión que todo cabinero que se respeta debía cumplir, ya que era como conseguir un pase VIP que desbloqueaba distintos beneficios: pedir fiado algún dulce que se te antojó, que te dé más tiempo en la máquina o hasta jugar gratis.

Había cabinas de internet en las que los dueños no querían pararse de su asiento y preferían controlar todo desde su computadora. Para lograrlo instalaban el malévolo programa Control de Ciber que bloqueaba la pantalla cuando nuestro tiempo se cumplía.

Los dueños de las cabinas de internet solían instalar programas para controlar el tiempo que se alquilaba una PC. Foto: Portal Programas

Mientras que algunos gritaban “auméntame media hora más” antes de que la pantalla se bloquee, otros optaban por pedir 5 minutos más para cerrar su partida o redes sociales; sin embargo, era un viejo truco para quedarnos hasta 30 minutos más jugando. Por supuesto que esto funcionaba cuando el dueño estaba muy ocupado.

De esta manera, queremos celebrar el Día Mundial del Gamer con todos nuestros lectores, ya que en algún momento hemos vivido alguna de estas anécdotas cuando solíamos visitar las cabinas de internet del barrio. ¿Te acuerdas de una? Déjala en los comentarios.