Los videojuegos ya son una industria profesionalizada que debe respetar leyes y regulaciones en diferentes regiones del mundo. Esto apunta a generar beneficios, pero también puede afectarla negativamente. La prueba se evidencia con el caso de China, país en donde 14,000 compañías de gaming han cerrado en los últimos meses a raíz de las decisiones de las autoridades del país.
Desde hace nueve meses atrás, el Gobierno chino ha congelado las aprobaciones de nuevos videojuegos en su país. Por ello, desde julio del año 2021, no han dado el visto bueno a la comercialización de ningún título nuevo en su territorio.
Es una decisión que ha impactado a la industria de desarrollo de videojuegos, cuyos miembros no fueron capaces de publicar sus creaciones. Como consecuencia, miles de desarrolladoras se fueron a la quiebra y se espera que la tendencia siga el mismo camino durante este 2022.
Según las cifras brindadas por Securities Daily, plataforma de noticias del Gobierno chino, la regulación ocasionó el cierre de 14.000 estudios de desarrollo. La cantidad se agrega a las 18.000 compañías de videojuegos que cerraron sus puertas el año pasado.
El sector gaming atraviesa un momento de crisis en el país asiático. Además de que el gobierno no apruebe juegos para su venta, también implementó medidas para evitar que los niños jueguen. La ley indica que los menores de edad no pueden jugar entre semana y únicamente pueden disfrutar este pasatiempo durante una hora los viernes, sábados o domingos.