Por primera vez en la historia de Blizzard, una mujer asumirá la codirección de la compañía. Jennifer Oneal será la primera mujer que, junto a Mike Ybarra, codirigirá la empresa tras las denuncias por discriminación y acoso sexual contra lo que llevó a que J. Allen Brack dejara la presidencia, pues las acusaciones señalan que el expresidente tenía conocimiento y permitía los hechos que ocurrían al interior de la distribuidora y desarrolladora de videojuegos.
Oneal ha trabajado Blizzard desde enero del 2021 y fue directora de estudio de Vicarious Visions. En tanto, Mike Ybarra estuvo en Xbox hace varios años atrás, donde realizó una línea de carrera antes de unirse a la desarrolla de juegos en 2019 como vicepresidente ejecutivo.
“Jen y Mike tienen más de tres décadas de experiencia en la industria del juego entre ellos. En el futuro, compartirán responsabilidades sobre el desarrollo de juegos y las operaciones de la empresa”, según indica el comunicado de Blizzard.
“Ambos líderes están profundamente comprometidos con todos nuestros empleados; con el trabajo que tenemos por delante para garantizar que Blizzard sea el lugar de trabajo más seguro y acogedor posible para las mujeres y las personas de cualquier género, etnia, orientación sexual o antecedentes; para defender y reforzar nuestros valores y para reconstruir su confianza. Con sus muchos años de experiencia en la industria y su profundo compromiso con la integridad y la inclusión, Jen y Mike dirigirán Blizzard con cuidado, con pasión y dedicación a la excelencia”, manifiesta la empresa.
Ante las nuevas medidas, J. Allen Brack declaró que “Jen Oneal y Mike Ybarra proporcionarán el liderazgo que Blizzard necesita para desarrollar todo su potencial y acelerarán el ritmo del cambio. Anticipo que lo harán con pasión y entusiasmo y que se puede confiar en ellos para liderar con los más altos niveles de integridad y compromiso con los componentes de nuestra cultura que hacen que Blizzard sea tan especial”.
Las denuncias de acoso sexual en el entorno laboral se han hecho cada vez más visibles a raíz del movimiento #MeToo, el cual tuvo su origen en Estados Unidos a raíz del caso de Harvey Weinstein en 2017, cuando salieron a la luz más de 80 acusaciones del productor de cine de Hollywood.