Dicen que lo bueno viene en frasco pequeño. Japón es una pequeña isla en el pacífico pero que cuenta con grandes atractivos. ,Millones de turistas y viajeros llegan a Japón atraídos, sobre todo, por esta mágica convivencia entre lo milenario y la vanguardia tecnológica, pues es un país con dos caras opuestas que conviven en un mismo territorio. Y es que la mezcla de historia y modernidad, de cultura y naturaleza y de tradiciones y tecnología resulta simplemente fascinante. Es así que está bella isla cuenta con una amplia gama de ofertas turísticas que complacen y maravillan a todo tipo de viajero, desde el más espiritual hasta el más tecnológico. PUEDES LEER: Viaje sin excusas a la India Esta es una lista de los 5 lugares que no puedes dejar de visitar si planeas un viaje a Japón. Tokio Shibuya que sería el equivalente al Time Square en Nueva York. Foto: Pexels A diferencia de algunos países, la capital de este país es uno de sus principales atractivos. En la isla Honshu, región de Kanto se encuentra Tokio, considera como la capital de la vanguardia tecnológica. Esta ciudad es un solo destello de color, ruido y construcciones modernas que gritan tecnología y futurismo por donde se le mire. Lo primero que debes saber es que encontrarás magia en cada rincón de la capital japonesa, más allá de las recomendaciones. Sin embargo, sabemos que es muy difícil conocer todos los atractivos de una ciudad en poco tiempo, así que dentro de todas las opciones es necesario escoger bien lo que preferimos. Tokio ofrece atractivos para todo tipo de viajero, desde el más vanguardista hasta el más tradicional. Una parada imperdible es el cruce de Shibuya que sería el equivalente al Time Square en Nueva York, o la torre Tokyo que es una estructura similar a la torre Eiffel y que ofrece una vista alucinante de la ciudad. Asimismo, parte de la cultura en la ciudad son sus karaokes, no hablamos de una actividad cualquiera, sino de una verdadera cultura de karaokes. Hanami o los florecimeintos de árboles de cerezos . Foto: viajar por Japón Pero por otro lado, Tokio también tiene sus paradas imperdibles para todos aquellos que busquen un poco de paz. Por ejemplo, Hanami o cualquier parque en la ciudad es lo más parecido a un paraíso en la época del florecimiento de cerezos, todo un espectáculo. Esta tiene fecha en la primavera del hemisferio norte (meses de marzo y abril). Y para no perder el contacto con la naturaleza, no puedes dejar de visitar el bosque de bambú de Arashiyama, pues este espectacular camino de medio kilómetro de largo, es un lugar que utilizan tanto pobladores como los viajeros para relajarse y desconectarse un poco del mundo exterior. Kamakura Daibutsu o buda gigante. Foto: Pexels Esta bella ciudad llena de santuarios, templos y cosas que ver merece que se le dedique, al menos, un día. Las paradas obligatorias pasan por el Daibutsu o buda gigante y el Templo Hase-dera y el Hase-Kannon. Llegar a este lugar de atmósfera silenciosa no es nada del otro mundo, pues hay varias estaciones de tren que van directamente. Cerca de Kita-Kamakura puedes visitar templos importantes empezando por los que están al lado de la estación como el Engakuji, que es bastante grande y el segundo templo Zen más importante de la ciudad, así como el Kenchoji, el más importante de los templos Zen de Kamakura y que se encuentra a 20 minutos caminando desde la estación. Otra parada necesaria es el Templo Shokozan-Tokeiji, sobre todo si vas para cuando florezcan los almendros ya que este fenómeno ofrece un espectáculo alucinante. Kioto Fushimi Inari: Foto: Pexels La antigua capital japonesa por casi un milenio, cuenta con una innumerable cantidad de sitios históricos considerados como patrimonio de la humanidad. Por lo que si te gusta la cultura tradicional y la arquitectura propia de Japón debes de ir. Por ejemplo, el santuario de Fushimi Inari es, definitivamente, una parada obligatoria. Conocido mundialmente por sus miles de toriis color anaranjado, es uno de los sitios más antiguos en Kioto (datado en el año 700 d.C). Las más de 10,000 puertas de Torii crean un sendero que atraviesa el bosque y rodea montañas. Una obra arquitectónica única en su tipo. Además, en el centro de Kyoto, encontrarás el Palacio Imperial, cuya arquitectura es conocida por haber alcanzado la “Quinta esencia de la simplicidad”. (Tienes que verlo para entenderlo). También puedes encontrar un poco de actividad cultura, pues Gion Corner es el lugar ideal para descubrir el teatro y las artes tradicionales. Los restaurantes de estilo antiguo, decorados con un gusto exquisito, contribuyen al ambiente refinado que caracteriza el barrio. La Villa Imperial Katsura: Foto : Pexels Otro atractivo imperdible lo encontrarás en el área de Higashiyama, pues el Templo Sanjusangendo se distingue por las 1.001 estatuas de madera dorada de Kannon, la diosa de la misericordia y por supuesto no podía faltar un mirador: El Templo Kiyomizu es famoso por su espectacular construcción sobre pilotes de madera, dominando un precioso valle y que gracias a ello, ofrece unas magníficas vistas de la ciudad. La Villa Imperial Katsura, en los barrios oeste de Kyoto, es considerada una de las joyas más bonitas de la arquitectura y de los jardines paisajísticos tradicionales japoneses, este también es una parada imperdible para que tu paso por Kioto haya valido la pena! Pero este lugar requiere una autorización que toma aproximadamente una semana, así que toma previsiones para no perderte esta joya asiática. Finalmente, al oeste de Kyoto, se encuentra el paraíso de los viajeros y turistas: los Templos Kinkakuji y Ryoanji. Un maravilloso contraste entre el llamado “Pabellón de Oro” y el jardín Ryoanji, construido a base de piedras, formado por rocas y arena blanca y que encarna la más pura simplicidad. Nara Templo Hasedera. Foto: Viajar por Japón Otra parada llena de tradición, es Nara, capital de la región de Kansai. En ella predomina la cultura budista, por lo que la atmósfera del lugar, en su mayoría, es más que apacible. Este es el lugar donde la naturaleza invita a dar largos paseos entre los artesanos japoneses tradicionales. Además, y como es de esperarse debido a la atmósfera propia del lugar, cuenta con espectaculares templos budistas de hace cientos de años, conservados perfectamente. Uno de los principales atractivos de Nara es, sin duda alguna, su parque natural, sus templos de la cultura budista y la pagoda, ya que es común ver por allí corriendo a los ciervos, considerados tesoros de la naturaleza y protegidos legalmente como tales. Es un espacio en donde el encuentro de la paz es más que garantizado. Por último, si vas a Nara, no puedes quedarte con lo más transitado. Los alrededores de Nara brindan experiencias únicas, acordes a las características de la ciudad. Si das un paseo por las afueras, no puedes dejar de ir al Templo Hasedera, que contiene a uno de las estructuras de madera más grande de todos los templos de Nara y que entre finales de abril hasta principios de mayo ofrece la maravillosa vista de las peonías en pleno florecimiento. Además, La ruta Yamanobe, que es la carretera más antigua registrada oficialmente en Japón. Se ha conservado tal y como se construyó hace más de 1.100 años. Hoy en día es un maravilloso recorrido de 18 km por el campo y las montañas en cuyo camino se cruzan sitios históricos y arqueológicos. Y, por último, el Santuario Isonomaki que se ha utilizado para almacenar armas y espadas antiguas, y todavía hoy se conservan dagas y escudos. El edificio principal data del siglo XII, y ofrece uno de los ejemplos más antiguos de la arquitectura sintoísta en Japón. Hiroshima Genbaku Dōmu. Foto: Viajar por Japón. En esta lista no podía faltar, por supuesto, la ciudad de Hiroshima. Hoy en día, esta es una ciudad moderna, conocida como un lugar de Paz, claramente por el pasado tortuoso que hoy por hoy está enterrado en el pasado y que los japoneses han sabido replantear para convertirlo, como su apelativo lo dice, en una ciudad de paz. Recordemos que fue destruída durante la Segunda Guerra Mundial por una bomba atómica; de éste hecho trágico nace todo su simbolismo. Dentro de esta ambiente se puede encontrar el Parque Conmemorativo de la paz que antes de la caída de la bomba atómica era el centro financiero y político de la ciudad. Hoy es el lugar donde aprender sobre lo sucedido y recordar a las víctimas. Visitar este lugar tiene magia en cualquier momento del año, pero si logras coincidir con el aniversario de la caída de la bomba atómica (6 de agosto) es mucho más impresionante. Una vez dentro no puedes dejar de ir hacia la Cúpula de la Bomba Atómica o Genbaku Dōmu, una visita dura, pero obligada para ver cómo quedó en pie el Salón para la Promoción Industrial. Entrar al Museo Conmemorativo de la Paz, un museo muy interesante, pero extremadamente duro, especialmente para los sensibles. Sin embargo, los hechos históricos no es lo único que define a Hiroshima. Además del Parque de Paz y el Museo de la Memoria, los principales atractivos turísticos pasan por el castillo de Hiroshima, conocido comúnmente como ‘la carpa’, y un extraño pero lindo ejemplo de un castillo construido en llanura. Aunque está totalmente reconstruido, en su interior encontramos un museo sobre su historia y la historia de los castillos japoneses en general y desde ahí se pueden disfrutar de buenas vistas de la ciudad, su puerto y la Isla de Miyajima, otro de los atractivos de la ciudad, pues no solo es muy cerca y fácil de llegar desde la ciudad, sino que además, muchas de los atractivos turísticos de la misma isla tienen la peculiaridad de haber sido construidos parcialmente sobre el mar: así, los edificios se disponen sobre pilotes. El torii del templo tiene varias decenas de metros de ancho El Castillo de Hiroshima. Foto: Viajar por Japón Los magníficos paisajes de la isla, sus hermosas playas y sus rutas pedestres hacen de este un destino muy popular en verano. Pero el otoño y la primavera también poseen un especial atractivo, ya sea por el color encendido de los arces o por los cerezos en flor. Debido a toda esta belleza, la isla de Miyajima ha sido declarada nada más y nada menos como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Para terminar, Hiroshima también te ofrece la oportunidad de pasear por los jardines Shukkeien en los que se reproduce la naturaleza en pequeños espacios en minatura que crean una vista maravillosa. Puedes también dar una vuelta por la calle Hon-dori, totalmente peatonal y llena de tiendas, bares, karaokes, y más centros para disfrutar del ambiente del centro de la ciudad.