La capital de Ucayali, en la zona central oriental de la selva amazónica, podría ser su destino en el próximo feriado largo. Anímese a explorar la naturaleza y cultura viva de Pucallpa. , Luis Pérez / Revista Rumbos Un grupo étnico símbolo: shipibo-konibo. Dos nombres en distintas lenguas: en quechua, puka allpa (tierra roja); en shipibo may yushin (tierra de demonios). Tres recursos emblemáticos: camu camu, cacao y paiche. Cuatro experiencias tentadoras: naturaleza, cultura viva, gastronomía y aventura. El resultado: vivir a mil por hora. PUEDES VER: Yarinacocha: la laguna de Pucallpa | FOTOS Muchas comunidades originarias: San Francisco, Bena Jema, 11 de Mayo, Santa Clara y más. Un sinfín de atractivos explorables por aquí y por allá. También a la vuelta de esa y la otra esquina; entonces, la cifra aumenta como la espuma de esa cerveza heladita que es capaz de extinguir el fuego de la garganta. Símbolos que hablan a través del arte shipibo-konibo. Foto: Ricardo Ramos Y es que Pucallpa, capital de Ucayali, tiene de todo un poco; si, de todo en la prodigiosa 'tierra colorada' bien aprovechada por sus hijos autóctonos. Ellos extraen de los terrenos rojizos la arcilla que transforman en un rosario de joyas alfareras que se impregnan en las retinas de los viajeros. No es la única expresión. También trabajan otras líneas artesanales para continuar con la herencia shipiba-koniba. Esos productos son expuestos desde tempranito. Es así que es bien común obsérvalos ofreciendo sus trabajos en las calles agitadas por el transitar de los transeúntes y las infaltables motos. Pero sus jornadas van más allá. Llegan a recintos urbanos: plaza del Reloj Público, plazoleta La Lupuna o el clásico bulevar. Aunque el más concurrido es la Plaza de Armas. Un espacio pintado por el verdor de las palmeras que invitan a continuar con las andanzas y observar el obelisco, el anfiteatro, la pileta o los bustos de los fundadores de la ciudad amazónica. Esculturas de los fundadores de Pucallpa. Foto: Rolly Valdivia Pero luego de tantas vueltas por el centro de Pucallpa, es una misión imposible controlar el hambre cuando se acerca la hora del almuerzo. La entretenida caminata no logra engañar al apetito. Lo mejor es acelerar los pasos rumbo al mercado o jironear un poco más hasta encontrar el huarique perfecto para hacer que los paladares estallen de tanta felicidad. Muchas voces llaman. Letreros con palabras coloridas. Nombres que hacen agua la boca: juane, patarashca, inchicapi, tacacho con cecina, cebiche de paiche o doncella, entre otros. Precios que suben y bajan. Adiós dilemas. Elección. Y mientras se saborea el plato típico, las cocineras mismas guías ponen fin a las incógnitas viajeras: a dónde ir o qué hacer. Otros destinos antes de que haga de las suyas ese típico sueñito que se aparece luego de vencer al hambre. Solo así se puede llegar hasta el río Ucayali, la laguna Yarinacocha o el jardín etno-botánico Chullachaqui; entonces, el sol se pierde en el horizonte. La noche es virgen dicen. Pero también revelan que Pucallpa es tierra de denomios. "Cuidado con las de cola grande", advierten. Movimiento de pasajeros y mercancías en el río Ucayali. Foto: Rolly Valdivia En Rumbo La ruta: Lima - Pucallpa. Tiempo: 1h 15m (vía aérea) / 20 h aproximadamente (carretera). Clima: Soleado (abril - noviembre) / lluvia (diciembre - marzo). Hospedaje: Hotel Boulevard Plaza (Avenida San Martín N° 340 - Pucallpa). Más información en www.direceturucayali.gob.pe.