Waqrapukara, ubicado en la región de Cusco, es un destino poco explorado que ofrece una experiencia única de conexión con la naturaleza y la historia, lejos de las multitudes de turistas. Su ubicación remota ha permitido que el sitio se conserve de manera casi intacta, lo que brinda a los visitantes la oportunidad de sumergirse en un entorno de tranquilidad y asombro.
A diferencia de otros sitios arqueológicos, Waqrapukara invita a los viajeros a explorar su belleza sin las aglomeraciones típicas de lugares más conocidos. La fortaleza, que se traduce como "piedra de cuerno", se encuentra a más de 4.000 metros sobre el nivel del mar y ofrece vistas panorámicas que quitan el aliento, las cuales reflejan la maestría de los incas en la adaptación a su entorno.
Este lugar se encuentra a 4.000 metros sobre el nivel del mar (m s. n. m.). Foto: Viajeros del club
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El acceso a Waqrapukara es una aventura en sí misma. Los visitantes deben realizar una caminata de aproximadamente tres horas desde el pueblo de Acomayo, lo que les permite disfrutar de paisajes impresionantes y de la flora y fauna locales. Durante el recorrido, es común encontrar comunidades que aún mantienen vivas las tradiciones ancestrales, lo que añade un valor cultural al viaje.
La fortaleza está compuesta por una serie de estructuras que incluyen templos, viviendas y áreas ceremoniales. Su diseño ingenioso aprovecha la topografía del lugar e integra las rocas naturales en la construcción. Los muros de piedra, perfectamente ensamblados, han resistido el paso del tiempo, lo que demuestra la habilidad de los arquitectos incas.
Durante este recorrido, los visitantes pueden admirar vistas espectaculares de valles y montañas cubiertas de vegetación andina. Además, encontrarán flora y fauna autóctona, como especies de aves, insectos y animales de la región.
Waqrapukara no solo es un lugar para admirar, sino también un sitio que invita a la reflexión sobre la historia y la cultura inca. Los visitantes pueden explorar los restos de lo que alguna vez fue un importante centro ceremonial y militar, y aprender sobre las creencias y prácticas de esta civilización que dejó una huella imborrable en la historia de Perú.
Al caminar por sus antiguos caminos y observar las estructuras de piedra, los visitantes pueden reflexionar sobre el papel crucial que Waqrapukara desempeñó en la historia de las culturas andinas. Las terrazas agrícolas, las plazas y los altares aún conservan vestigios de los rituales y ceremonias que una vez se llevaron a cabo allí, lo que invita a una conexión profunda con el legado inca. Los restos de construcciones megalíticas, las vistas panorámicas y las formaciones rocosas ofrecen un entorno perfecto para meditar sobre el conocimiento ancestral y la cosmovisión de los pueblos andinos, que concebían el mundo de manera holística, en estrecha relación con la naturaleza y los dioses.
Para aquellos que deseen visitar Waqrapukara, se recomienda llevar ropa adecuada para el clima, ya que las temperaturas pueden variar considerablemente. Además, es aconsejable llevar suficiente agua y snacks para el camino, así como una cámara para capturar la belleza del paisaje. La mejor época para visitar es durante la temporada seca, de mayo a octubre, cuando las condiciones climáticas son más favorables.