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¿Cuál es el origen de la frase "sácale el veneno" a la cerveza? La respuesta estaría en Ica o Junín

Las historias tienen como protagonistas a 2 mujeres que participaron en la Guerra del Pacífico y que realizaron actos heroicos. El video volvió viral en TikTok.


Una de las mujeres que protagoniza la historia es Catalina Buendía de Pecho. Foto: composición LR/Shuttershock/Perusumaq

Un video que cuenta la historia del posible origen de la frase "sácale el veneno" a la cerveza se volvió viral en TikTok. Aquí se relata cómo una mujer llamada Catalina Buendía de Pecho, oriunda de Ica, hizo que esta sea empleada durante la Guerra del Pacífico con Chile. A pesar de la historia, hay otras versiones que apuntan a que nació en Junín.

¿Cuál es la relación entre Catalina Buendía de Pecho y la frase "sácale el veneno"?

El clip difundido en TikTok cuenta que, en plena Guerra del Pacífico, Catalina y los ciudadanos del distrito San José de Los Molinos se enfrentaron a un ejército chileno que buscaba cruzar la zona para llegar a la sierra. Ella organizó a los vecinos para impedir que cruzaran por el lugar y se armaron con hondas, barretas y otras armas caseras. Tras caer derrotados debido a una traición, los militares de Chile fusilaron a los residentes del sitio. En ese momento, la mujer ofreció a los soldados una bebida de licor que estaba envenenada.

El capitán del ejército chileno sospechó y le dijo a la mujer: "Sácale el veneno". Ella tomó el vaso con serenidad. Los chilenos aceptaron beber el licor por el calor y la fatiga, y poco después el líder se desplomó. "Está envenenada", gritaron los soldados que caían uno tras otro. Después de algunos minutos, Catalina también se derrumbó.

La frase "sácale el veneno" y su posible origen en Junín

En un video de YouTube de Hugox Chugox se relata la historia de Fulgencia, una mujer mayor que se desempeñaba como curandera en la zona conocida como Chupaca. La milicia chilena le pidió a la fémina que les prepare una gran cantidad de chicha de jora para los soldados.

Fulgencia tenía una reserva de la bebida que mezcló con veneno y se la dio al capitán chileno. Este, similar al caso anterior, desconfió y dijo: "Sácale el veneno". Ella la degustó sin rechistar y los militares chilenos bebieron tranquilos. Posteriormente, empezaron a caer y, cuando entraron a buscar a Fulgencia en su casa, esta ya había fallecido.