Natacha de Crombrugghe, la turista belga que se perdió cuando hacía turismo rumbo al cañón del Colca, en Arequipa, fue despedida por sus familiares y amigos el último 25 de marzo en su país natal (Bélgica). “Plantamos un cerezo en Linkebeek para Natacha. Estábamos rodeados de todos sus amigos, florecerá, dará frutos y crecerá en nuestro pueblo. Un momento poderoso, intenso y hermoso”, escribieron en la página de Facebook Looking for Natacha, creada en medio de la búsqueda de la joven tras su desaparición.
La turista de 28 años de edad salió de su país el 1 de enero de 2022 con la intención de visitar varios países de Latinoamérica por un tiempo de seis meses. El primer país que eligió fue Perú. Llegó a varios destinos turísticos, entre Machu Picchu, en Cusco, y Los Uros, en Puno. Luego, decidió conocer el valle del Colca (Arequipa), donde se encuentra uno de los cañones más profundos: el Colca. Sin embargo, tras salir del hotel donde se hospedó un día antes, en el pueblo de Cabanaconde, desapareció en su trayecto al cañón.
El 21 de septiembre, tras meses de búsqueda, pescadores del puente de Choco Catirgua, de la provincia cayllomina, encontraron la cabeza de una mujer en medio de dos rocas. Tras ser trasladada a la morgue y los posteriores exámenes médicos, se comprobó que se trataba de los restos de Natacha.
Eric y Sabine de Crombrugghe, padres de la joven turista, llegaron a Arequipa para la búsqueda de su hija, recuperaron el cuerpo de su descendiente y se la llevaron a su país de origen, no sin antes agradecer a la población cayllomina por su ayuda en la búsqueda.
Finalmente, el último 25 de marzo, los amigos y familiares esparcieron las cenizas de la turista y plantaron un árbol de cerezo en la localidad de Linkebeek (cerca de Bruselas, Bélgica) para recordar a la aventurera que salió un día de su país.
Después de la muerte de Natacha de Crombrugghe, en febrero de este año, sus padres enviaron una carta de agradecimiento por la placa conmemorativa en nombre de Natacha, que se colocó en el mirador de Achachihua, en Cabanaconde (Caylloma). Allí, aprovecharon la oportunidad para mostrar su preocupación por la falta de señalización que existe para los visitantes en el valle del Colca.
“Estamos muy sorprendidos y escandalizados de que, después de un año, Autocolca no haya hecho nada para informar a los turistas y hacer que los senderos sean más seguros”, señalan en la misiva enviada al alcalde de Cabanaconde (Caylloma), Jorge Guerra.