Una llamada al celular y una respuesta nerviosa puso en alerta que un gerente estaba siendo secuestrado, en San Borja. Al notar que habían sido descubiertos, los plagiarios huyeron, pero poco después, lograron interceptarlos. La Policía se encontró entonces con que se trataba de dos extranjeros integrantes de la banda criminal Los Malditos de Carabobo.
Los venezolanos Óscar Enrique Linares Moreno (22), alias 'El Feo', y Róger Eduardo Santana Ballera (31), alias 'Crespo', fueron capturados a las 2.10 de la madrugada en la intersección de las avenidas Las Artes Norte con Morelli.
Dos horas antes, la suboficial de tercera PNP María Fernanda Gonzales Rodríguez recibió una bala en el muslo derecho, disparada por el arma de uno de estos individuos.
El personal de la División de Homicidios se constituyó al hospital Casimiro Ulloa para recabar información más precisa. Ahí se confirmó que a las 11.15 p. m. del miércoles 22 de febrero, la central de monitoreo de la Municipalidad de San Borja alertó que dos extranjeros fugaban en la moto EU-2405, perteneciente al municipio de ese distrito, la cual había sido robada poco antes al sereno Jean Paul Ponce Borjas en la cuadra 2 de la calle Berrochio.
Los dos ocupantes fueron interceptados luego con la unidad móvil EUH-467. Óscar Linares resultó herido en la mano y rodilla derecha, mientras que Roger Santana en la pierna derecha.
El empresario manifestó en la comisaria de San Borja que había sido asaltado por dos hombres que ingresaron a su vivienda haciéndose pasar como compradores de relojes.
De pronto, uno de ellos sacó un arma de fuego, le apuntó en la cabeza y bajo amenazas de muerte le pidió las llaves de un auto. El agraviado respondió que no era de su propiedad y le entregó las llaves de su propio vehículo con la finalidad de que se fueran.
No obstante, insistieron en ingresar al departamento y le dijeron que tenía que entregar todo su dinero y joyas. Le dijeron que cuanto valía su vida y que le iban a secuestrar. Intentaron sacarlo de su domicilio, pero opuso resistencia y fue golpeado en la cabeza y en otras partes del cuerpo.
Enseguida, revisaron sus cuentas bancarias por los aplicativos de su teléfono móvil y le colocaron el cañón del arma en su boca. Le manifestaron que pertenecían a una mafia venezolana y que si no les entregaba todo el dinero lo matarían.
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Fue en esas circunstancias en que, en forma precisa, entró la llamada de su novia, quien se percató que no estaba bien debido a la forma de hablar y se puso en alerta. Le dijo que si en cinco minutos no subía al departamento iba a bajar, pero ella descendió sigilosamente y vio que un desconocido se encontraba en el estacionamiento.
Volvió a subir a su habitación y llamó a la central del Serenazgo. Cuando los agentes llegaron al lugar, los sospechosos huyeron en una moto y se dio inicio a una persecución.
Al respecto, la fiscal provincial de turno, Kelly Barrera Yabar, dispuso que la División de Homicidios realice las investigaciones preliminares contra los dos extranjeros por el presunto delito contra el patrimonio (robo agravado) y contra la vida el cuerpo y la salud.