El corazón cumple una función muy importante en el organismo al bombear sangre a todas parte del cuerpo. La actividad cardiovascular permite que el ser humano pueda cubrir necesidades, como actividad, regulación de temperatura, entre otras. Para ello, se debe tener en cuenta que conforme uno avanza en edad, los cuidados deben ser mayores, ya que puede desencadenar en alguna de estas emergencias fatales.
Con la finalidad de conocer cómo evitar alguna consecuencia fatal, La República se contactó con el Miguel Lescano Alva, cardiólogo del Centro Cardiológico San isidro de EsSalud, quien nos brindó mayores alcances al respecto.
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—¿Cuál es la diferencia entre un infarto y un paro cardíaco?
—Infarto significa que hay la obstrucción aguda y súbita de una de las arterias del corazón, por el cual se impide el flujo de sangre y nutrientes hacia una porción de corazón, produciendo una necrosis o muerte de una parte del tejido miocárdico. En cambio, paro cardíaco se da cuando el corazón deja de latir, hay ausencia de la actividad contráctil del corazón.
—¿Qué síntomas puede presentar un infarto y/o paro cardíaco?
—En el infarto, el paciente siente una pesadez marcada en el pecho, un dolor tipo ardor, un disconfort torácico que puede irradiar hacia el brazo izquierdo, la mandíbula, los dientes, el cuello o hacia la parte posterior de la espalda que muchas veces va asociado a vómitos o sudoración profusa. En el caso del paro cardíaco, la persona pierde la consciencia de manera brusca, tiene un colapso repentino, cae al suelo. Lo cual puede confundirse con un desmayo o pequeñas convulsiones.
—¿El infarto y/o paro cardíaco pueden darse por causas no relacionadas con el corazón?
—El infarto generalmente se da por problemas relacionados con el corazón, por enfermedades como la diabetes, colesterol y triglicéridos altos, obesidad, sedentarismo. Puede darse también por temas genéticos, lo cual aumentaría la posibilidad de que se presente a una edad temprana.
En esa misma línea existen enfermedades que podrían predisponer a infartos y por una causa no tan común como cuadros de anemia severa, hipertiroidismo mal controlado, sobre todo en personas de edad avanzada.
Con respecto al paro cardíaco, al darse debido al cese de la actividad cardíaca, es una causa que puede presentarse de manera más común en cualquier persona.
—¿Los síntomas pueden variar depende a la edad o sexo de la persona?
—Definitivamente, sí. Se dice que los ancianos, los pacientes diabéticos y las mujeres pueden tener síntomas no tan típicos de infarto, que el dolor puede estar ausente o no ser tan opresivo, intenso en la parte central del pecho. El dolor que presenten estos pacientes puede ser en otras zonas como la parte izquierda. Asimismo, dificultad para respirar, falta de aire, náuseas, dolores en la zona epigástrica, entre otros.
—¿Es posible que una persona nazca con tendencia a padecer de un infarto y/o un paro cardíaco?
— Así es, existen algunas enfermedades con un componente genético que tienen predisposición a un mayor riesgo de muerte súbita, como algunas cardiomiopatías como la hipertrófica, en la que paulatinamente con el pasar de los años el corazón se vuelve más grueso y eso predispone a arritmias malignas. Existen otras condiciones que pueden alterar algunos canales a nivel de las células, del miocardio, que pueden desencadenar en consecuencias fatales.
—¿Cómo prevenirlos?
—Las principales causas de infarto son identificables y, por ende, prevenibles, ya que las principales causas diabetes, tabaquismo, dislipidemias (aumento de colesterol y triglicéridos), alcohol, sedentarismo y obesidad. Identificando estas condiciones, podemos hacer un plan de alimentación saludable
—Recomendaciones para antes, durante y después de un infarto y un parto cardíaco
—Si una persona está padeciendo alguna de estas condiciones, lo que debe hacer es acudir inmediatamente a un centro hospitalario, realizar reanimación cardio pulmonar básica, llamar a una ambulancia para salvar la vida de una persona con un desfibrilador.