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Salud

Placentofagia: ¿en qué consiste y es beneficioso o no comer placenta?

Más de una artista ha optado por realizar esta práctica. ¿Es recomendable? Esto dicen las y los especialistas.

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Muchas mujeres indican que esta práctica ha mejorado su salud posparto. Foto: Supermadre

La práctica de la placentofagia ha vuelto a la palestra luego de que el cantante Camilo revelara que su esposa, Evaluna, consumió su placenta tras dar a luz a la pequeña Índigo. Este procedimiento no es nuevo, ya que diversos textos señalan que es un procedimiento “natural y milenario”. No obstante, la historiadora estadounidense Daniela Blei indicó que el antecedente más antiguo data de una edición de la revista Rolling Stone de 1972.

Existe un número significativo de personas, en su mayoría mujeres, y algunos especialistas que defienden esta tendencia argumentando que incrementa la producción de leche y reduce los malestares posparto, tanto físicos como psicológicos. Sin embargo, la cantidad de opositores es mucho mayor, ya que señalan que no hay evidencia científica de estos beneficios; por el contrario, indican que puede ser perjudicial para la madre y su bebé.

La República dialogó con las obstetras Silvia Martínez, docente de la Universidad Científica del Sur, y Fiorella Murrugarra, del Centro de Salud Jesús Oropeza Chonta perteneciente al Minsa, con el fin de conocer qué tan cierto es lo que se dice sobre este procedimiento y aclarar algunas dudas al respecto.

¿Qué es la placentofagia?

Con base en este procedimiento se han llevado a cabo diversas investigaciones, las cuales datan de 1954 y 1972 en adelante, teniendo como finalidad conocer detalladamente más sobre una práctica de la que se habla mucho, pero no contiene amplio sustento científico.

“La placentofagia es el acto de comer la placenta después del parto, ya sea de manera cruda, cocida o en otras preparaciones”, indicó la doctora Martínez.

Aunque en el Perú no hay una data exacta de mujeres que optaron por ingerirla, hay casos conocidos de quienes le atribuyen una serie de propiedades.

Es conveniente hacer estudios a la madre antes de iniciar el procedimiento. Foto: Eresmamá

¿Hay beneficios?

Desde su difusión hasta la actualidad, se le atribuyen diversas propiedades debido a sus niveles altos de prostaglandinas; sin embargo, las especialistas consultadas por este medio refieren que no existe un sustento de carácter científico que avale una mejora en el organismo femenino a partir del consumo de la placenta.

“El consumo de la placenta como tal tiene más probabilidades de intoxicar que de producir algún beneficio. Si bien es cierto, contiene vitamina K, pero eso lo puedes obtener de otros alimentos”, refirió la obstetra Murrugurra.

Funciona como un filtro que limpia el flujo sanguíneo que va de la madre al feto. Foto: FUTESTDMIN

En esa misma línea, la obstetra y docente Silvia Martínez detalló que, según una investigación publicada en American Journal of Obstetrics and Gynecology (Human placentophagy: a review), “no se ha encontrado ninguna evidencia científica sobre los beneficios de la placentofagia”. No obstante, se cree que algunos beneficios relacionados con esta práctica incluyen:

  • Restaurar la energía después del esfuerzo del parto
  • Aportar hierro, minerales y vitaminas
  • Balancear los niveles hormonales
  • Reducir el sangrado posparto
  • Aumentar la cantidad de leche y mejorar la calidad de la misma
  • Ayudar al útero a contraerse a su tamaño original
  • Mejorar el ánimo de la mujer.

Riesgos de la placentofagia

De acuerdo con el antropólogo de salud Daniel Benyshek, de la Universidad de Nevada, y el portal Middlesex Health, la ciencia ha reconocido los beneficios hormonales y nutritivos de la placenta en el útero, pero es poco probable que sea apta para el consumo humano porque está provista de bacterias, virus e infecciones.

La obstetra Martínez manifestó que, si en el proceso de encapsulamiento de la placenta no se realizan los protocolos debidos, puede derivar en “infecciones como la clamidia, entre otras presentes en la vagina, que es el canal del parto, o la presencia de algún virus como el herpes, VIH, VPH, HTLV 1, entre otros”.

Preparaciones

En Estados Unidos, existen diversas maneras de consumir este órgano, algunas incluso forman parte de una gastronomía un tanto cuestionada como placenta a la china y placenta a lo brócoli.

No obstante, la obstetra Silvia Martínez señaló las maneras comunes en las que este órgano es consumido, tanto a nivel mundial como los pocos casos a nivel local:

  • En cápsulas: contienen polvo de placenta liofilizado o deshidratado por calor.
  • En batido o smoothie: de los cotiledones de la placenta en conjunto con frutas que aporten un grado de acidez que aseguren los procesos de absorción.
  • En gotas o tinturas: se pueden agregar a bebidas.

Jugo de frutas y placenta. Foto: Columnacero

Caso documentado

En 2016, en Arizona, fue registrado el caso de un bebé que nació sano y sin ninguna complicación, pero que presentó estreptococo del grupo B después de que la madre tomase píldoras de placenta que contenían bacterias y amamantase al bebé. A raíz de este suceso, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) emitieron una advertencia contra este procedimiento.

Las investigaciones arrojan que una de cada cuatro mujeres que recurre a la placentofagia presenta molestias, lo que contribuye a la normativa de los CDC: “La placenta es considerada un desecho orgánico que debe ser eliminado”.

Famosas que optaron por esta práctica

Reconocidas artistas de fama mundial como Kourtney Kardashian, Kim Kardashian, Jennifer Lopez, Anahí, por citar algunas, informaron que, tras sus respectivos embarazos, habían consumido su placenta, por lo que llegaron a pagar un promedio de 250 dólares.

Recientemente, se viralizó que la artista Evaluna Montaner había optado por encapsular su placenta y consumirla de esa manera; no obstante, en el Perú, también hubo personalidades que tomaron esta decisión, como la conductora Karen Schwarz, la modelo Rocío Miranda, la exmodelo Vanessa Tello y la actriz Melissa Paredes.

Las citadas artistas manifestaron que recurrir a esta práctica les permitió “recargar su cuerpo de energías” tras el embarazo. Además, dijeron que les ayudó a recuperar su peso en menos de lo que normalmente les tomaría.

Más de una famosa ha optado por esta opción. Foto: Instagram

Otro sonado caso fue el de Korina Rivadeneyra y Mario Hart, quienes revelaron haberla consumido a través de batidos, los cuales promocionaron a través de sus redes sociales

Placenta y coronavirus

Especialistas de The Journal of Clinical Investigation señalaron que “la placenta puede ser una barrera materno-neonatal eficaz contra el virus”. Los investigadores realizaron seguimiento clínico, morfológico y molecular a 37 embarazadas que dieron a luz durante la primera ola de la pandemia en Italia, de las cuales 21 desarrollaron COVID-19 y ningún caso se lo contagió a su bebé.

No obstante, las distintas variaciones que ha presentado el virus del SARS-CoV-2, en algunos casos, ha llegado a destruir la placenta, lo que genera como consecuencia el deceso del bebé en el vientre materno.