Este 10 de febrero el Congreso dará por concluida su legislatura en medio de una situación de crisis gubernamental y estallido social que comenzó hace dos meses, el 7 de diciembre, luego de que Dina Boluarte asumiera el Gobierno. A medida que las protestas se han ido recrudeciendo, se han intensificado las intenciones de establecer mecanismos de control contra el Ejecutivo, planteándose dos mociones de interpelación: contra el titular del Mininter, Vicente Romero, así como una moción de vacancia contra la misma Boluarte. Sin embargo, con un pleno suspendido, y a cuatro días del fin de la legislatura, estas medidas corren el peligro de no ser revisadas hasta después del 15 de febrero.
El último 26 de enero, el presidente de la Mesa Directiva, José Williams, dio inicio a un pleno del Congreso que aún no ha concluido. Este es el principal motivo por el que no se da cuenta las mociones de interpelación presentadas contra Vicente Romero el 25 y 26 de enero, la primera propuesta por Flavio Cruz a raíz de la brutal represión en las manifestaciones, la segunda planteada luego de la intrusión de la PNP en San Marcos, ni tampoco de la moción de vacancia contra Boluarte.
En el caso de las dos mociones para interpelar a Romero, solo faltaría darse cuenta de las mismas en el inicio del próximo pleno, una vez que concluya la sesión actual, que está suspendida. Mientras que en el caso de Boluarte, la moción de vacancia ni siquiera ha sido admitida en la agenda. Esta inclusión debería ser emitida por la Junta de Portavoces del Congreso, pero, hasta la fecha, no hay información sobre que se vaya a realizar una junta en los próximos cuatro días en los que concluye la legislatura.
Otro tema que se esperaba sea revisado en esta legislatura y que no llegará a los tiempos, es la renuncia de la congresista Digna Calle a la segunda vicepresidencia de la Mesa Directiva, la cual fue presentada el 3 de febrero y con la que buscaba la recomposición de una nueva Mesa Directiva. No obstante, para que esta sea admitida, debe dar inicio a un nuevo pleno y, según el reglamento interno del Congreso, en un plazo no mayor a cinco días proceder con las votaciones para la designación de un nuevo miembro de la mesa o de la directiva en general.
Mientras tanto, todos los proyectos para el adelanto de elecciones que es tan exigido por la ciudadanía se encuentran encarpetados y sin una salida o resolución clara tanto desde el Congreso como de Boluarte.
Si existen intenciones de atender a cada uno de estos pedidos legislativos, el Congreso va a tener que apurar sus fechas. Para este martes 7 está programada una sesión de la Comisión Permanente en la que pueden ser revisados estos casos, pero que no serán atendidos hasta se sean vistos por un pleno que no está agendado. La situación se da en un Gobierno que arrastra una estela de 59 muertos y para los que aún no hay responsables desde las instituciones.