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Política

Óscar Vidarte: “Cada vez más son los extremos los que están dominando el debate israelí-palestino”

El internacionalista y docente de la PUCP habla acerca del conflicto entre Israel y el grupo radical Hamás. Vidarte asegura que esta guerra entre estos dos bandos se ha 'radicalizado', por lo que existe una baja probabilidad de que haya un alto al fuego.

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Sin reflejos. Vidarte critica que, a diferencia de países de la región, el Gobierno peruano demorara en reaccionar y Boluarte prosiguiera con su viaje. Foto: difusión

El internacionalista y docente de la Pontificia Universidad Católica del Perú Óscar Vidarte ofrece su lectura sobre el conflicto Israel-Hamás. Advierte que uno de los grandes problemas es que el debate lo protagonizan los extremos y que no existe un mediador que sea capaz de ayudar a las negociaciones.

—¿Es posible algún alto al fuego en un corto plazo?

—El 2008 o el 2014, cuando hubo mucha tensión en la zona, lo que hubo primero fue un periodo militar –la ofensiva de 2014 de Israel contra Gaza fue muy dura– y luego aparecía un país que servía de mediador. Luego de un mes, las cosas volvían un poco a la calma. Pero ahora hay elementos diferentes.

—¿Cuáles?

—Hamás no solo ha atacado con proyectiles sino que ha sido una ofensiva articulada, llegando a tomar posesión de territorio que Israel considera propio. Y se especula que Hamás tiene a más de cien prisioneros.

—Que usará para negociar.

—Y no hay que olvidar que todo esto ha activado a otros grupos, como Hezbolá. Lo que parece es que Israel está mucho más golpeado. No va a contentarse con bombardear Gaza.

—Ya lo hizo.

—Ha destruido Gaza. Este conflicto podría ser un poco más duro que los anteriores. Como ya ha ocurrido en el pasado, Israel podría tomar posesión de Gaza, volver a tener un control férreo. Mucho dependerá de la situación de los rehenes. Hamás ha dicho que los va a asesinar si continúa la ofensiva. Desde el año 2000, en la cumbre Camp David, que fue el último gran momento en el que Palestina e Israel estuvieron cerca de un acuerdo, el debate se ha radicalizado. Cada vez más son los extremos los que están dominando el debate israelí-palestino. La Autoridad Nacional Palestina, gobernada por Al Fatah, un partido más moderado, ha sido desplazada por Hamás en la franja de Gaza…

—Y en Israel está Netanyahu.

—Que se mueve en la derecha o en la extrema derecha de la política israelí. En un contexto en el que las partes están dominadas por los extremismos –de un lado un grupo terrorista y del otro la extrema derecha israelí– se hace mucho más difícil buscar un canal de dialogo. De lo que estamos seguros es de que la única salida es negociada.

—¿Qué actor podría ocupar un papel importante en una salida negociada?

—En los noventa, Estados Unidos cumplió un rol fundamental. Pero luego de los atentados del 11-9, sus prioridades fueron otras. Se dice que China podría desempeñar un rol clave, no lo tengo claro. Entonces, hay posiciones muy radicales y no hay terceros que puedan ayudar a una salida negociada.

—El ataque de Hamás ha sido de una violencia indefendible. La respuesta de Israel ha sido implacable. Pareciera que el objetivo no es solo castigar a Hamás, también a los civiles.

—Estoy de acuerdo. Lo de Hamás puede ser catalogado como el accionar de un grupo terrorista. Ahora, esto no quita que los palestinos tienen todo el derecho de luchar en contra de una ocupación ilegal.

—La diferencia es clara.

—No sé si para todos. Por otro lado, lo que hace Israel era esperable, dados los antecedentes, por ejemplo, del 2014. No sorprende que la reacción sea desmedida, violatoria de derechos humanos. Hay que criticar a Hamás. Pero lo que hace Israel es igual de criticable. Hemos cuestionado a países como Rusia por violar el derecho internacional, por provocar un escenario sangriento, y lo que hace Israel es lo mismo. Hoy (jueves) ha bombardeado Damasco, ¿alguien le ha dicho que está violando la soberanía de otro país?

—Netanyahu es bien resistido en Israel. Pero uno entendía que al menos les ofrecía a los ciudadanos la idea de la seguridad. Bueno, eso se esfumó.

—Eso le va a costar mucho a Netanyahu. Ahora se ha formado un Gobierno de unidad nacional, pero esa etapa pasará. Y la población va a querer cobrarse las fallas en materia de seguridad, que en teoría era uno de los puntos fuertes del Gobierno.

—¿La salida son los dos Estados, o a estas alturas ya parece algo imposible?

—Sigue siendo la salida. Palestina es reconocido por varios Estados, incluido el Perú. Y hay muchos países árabes que no reconocen a Israel. Ambos deberían ser reconocidos. Claro, si bien en la teoría existen dos Estados, en la práctica es otra cosa. Los detalles son los difíciles. ¿Qué hacer con la población palestina que quiere volver? ¿Qué hacer con el territorio colonizado por Israel? ¿Cómo Palestina va a garantizar la seguridad de Israel?

—¿Cómo evalúa la reacción del Gobierno de Perú? Hay dos puntos. Primero, el comunicado de Cancillería, abiertamente pro israelí. Y, segundo, la demora en el rescate de los peruanos varados en la zona de conflicto.

—Respecto al primer tema, vemos una política exterior peruana que ha cambiado mucho en el corto plazo. Hace un año hablaba de los derechos de Palestina, pero en el comunicado que salió se entiende el problema solo a partir de los ataques de Hamás. No ha habido otro comunicado luego de la respuesta israelí. Es necesario criticar a Hamás, pero hay que entender el problema en toda su complejidad. Y sobre los peruanos en estos territorios, es cierto que hay falta de reflejos de la diplomacia. Otros países han reaccionado enviando aviones. Por el contrario (Boluarte) continúa un viaje completamente innecesario.

—Busca legitimidad.

—Creen que la foto con el papa es suficiente para ganar legitimidad.