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Política

'Plan Bukele': expertos en seguridad matizan la efectividad de sistema de seguridad de El Salvador

Debate. Los contextos peruano y salvadoreño son muy diferentes. La tasa de homicidios se ha reducido bastante en el país centroamericano, pero al mismo tiempo se acumulan las denuncias de violaciones a los DD. HH.

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Popular. Bukele —un gran comunicador, qué duda cabe— ha sabido promocionarse bien fuera de su país. Expertos peruanos matizan las bonanzas de su política. Foto: difusión

Primero fue el presidente del Poder Judicial, Javier Arévalo, quien propuso emular al gobierno de Nayib Bukele en El Salvador para enfrentar la inseguridad: “Hay países que están teniendo éxito en la lucha contra la criminalidad. Un ejemplo de ellos es El Salvador. ¿Por qué no podemos tomar algo de sus experiencias para ver cómo las adaptamos a la experiencia peruana?”, dijo. Luego fue el presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola, quien señaló que se podrían implementar los métodos de Bukele en el territorio peruano.

La República conversó con dos expertos en el área de seguridad para conocer si la receta es tan sencilla como sugieren.

El investigador del Área de Seguridad Ciudadana del Instituto de Defensa Legal Stéfano Corzo señaló que habría que definir, primero, qué se entiende por el “plan Bukele” o el “milagro salvadoreño”. “Es básicamente una narrativa, un discurso propagado por él (Bukele) y su entorno cercano, que vende la imagen de su gobierno como uno que ha logrado resolver de manera contundente los problemas de seguridad y violencia de ese país”, dijo.

Sin embargo, Corzo advirtió que no es verdad que El Salvador tenga la tasa más baja de homicidios del continente. Lo que sí es cierto es esta se ha reducido “de una manera bastante considerable”.

Se suma. Otárola le siguió la cuerda al presidente del PJ. Foto: difusión

En efecto, como señala el docente e investigador Frank Casas, hay “una reducción sostenida de la tasa de homicidios” en El Salvador, que empezó en el 2016 (antes de Bukele) y que ha continuado hasta el 2022. De acuerdo con datos del PNUD, durante el 2016, 2019 y 2022, la tasa de homicidios fue de 84.1%, 38% y 7.8%, respectivamente, indicó Casas.

“En el Perú, la tasa promedio de homicidios es de 8%, pero menos del 40% de estos homicidios responden al crimen organizado, se trata más bien de homicidios asociados a la violencia interpersonal o cotidiana. Lo contrario sucedió en El Salvador, donde estaban directamente relacionados con el crimen organizado y las pandillas. Entonces, si bien el objetivo es el mismo (reducir homicidios), las causas pueden ser diferentes en ambos países. Se requieren estrategias distintas”, advirtió Casas.

Coincidió al respecto Corzo. El especialista del IDL indicó que la situación de violencia en El Salvador es muy diferente a la de otros países en la región, para empezar, por la presencia de un actor específico que son las maras, es decir las pandillas, que, si bien actúan como organizaciones criminales transcontinentales, tienen lógicas organizacionales y culturales muy distintas a las que podría tener, por ejemplo, el Tren de Aragua o alguna otra organización criminal que opere en el Perú.

Otro dato para tomar en cuenta es si ha habido menos víctimas de delito en El Salvador durante el Gobierno de Bukele. Casas advirtió que no ha sido así. De hecho, según indicó, el porcentaje de personas víctimas de algún hecho delictivo creció en este último periodo. De acuerdo con datos del PNUD, la victimización pasó de 8,9% en el 2019 a 11.3% en el 2022. “Ello se debe principalmente porque aumentó el porcentaje de personas víctimas de un delito patrimonial asociado al hurto de objetos personales y a la extorsión. En Perú, el porcentaje de víctimas de algún hecho delictivo es del 25%, de este total, el 70% ha sido víctima de un delito patrimonial, como robo y hurto de celulares, carteras. En resumen, los resultados de las políticas de seguridad en El Salvador muestran matices que hay que entenderlos en su propio contexto, que es diferente al del Perú”, sostuvo Casas.

Ahora bien, en la idea de “bukelizar” al Perú, poco se reflexiona sobre las violaciones a los derechos humanos en El Salvador, que distintas organizaciones y el periodismo independiente han denunciado. Al respecto, Corzo recordó que lo que ha pasado en la gestión de Bukele es que se han “flexibilizado los procesos judiciales y de justicia”, lo que ha terminado afectando el debido proceso o la presunción de inocencia.

Así, son comunes las detenciones y los encarcelamientos arbitrarios que, es verdad, tienen un alto impacto visual. Los videos de cientos de pandilleros en las cárceles han dado la vuelta al mundo.

“El plan Bukele es uno más en la caja de Pandora de las soluciones de mano dura que existen en América Latina y que, lamentablemente, se replican porque son efectistas. Los problemas de seguridad que nos aquejan son reales y por la incapacidad de nuestras autoridades, sumada a la corrupción, no se han logrado solucionar hasta ahora. Es muy fácil vender este tipo de soluciones como reales”, advirtió Corzo.

En El Salvador “se violan todos los DD. HH.”

No es un hecho menor la raíz autoritaria del Gobierno de Bukele, que medios como El Faro han denunciado. En mayo, La República entrevistó a su director, el reconocido periodista Carlos Dada. Él contó cómo el presidente salvadoreño, en un inicio, se hizo “socio político” de las pandillas —lo que permitió reducir las tasas de homicidios—. Ese pacto se rompió y dio paso a la estrategia represiva que ha violado “todos los derechos humanos”: “Cualquier policía o soldado puede detener a cualquiera sin necesidad de una orden judicial. Te pueden ir a sacar de tu casa por simples sospechas de vínculos con las pandillas, y llevarte detenido”.

La clave

Particular. Sobre la propuesta de Bukele, la presidenta Dina Boluarte dijo: “La situación de El Salvador tiene su particularidad, los peruanos debemos tejer nuestra historia. De la mano con la PNP y según nuestras políticas haremos frente al crimen organizado”.