“¿Cómo salir de las locas ilusiones? ¿Cómo salir de la situación actual del Perú en donde la ambición se ha apoderado inclusive de quienes hacen las leyes? Leyes que no son para el bien de la de la sociedad. Leyes que están para el servicio del autobombo personal, para el desarrollo individualista y que no tiene en cuenta el sufrimiento de la gente”.
El arzobispo de Lima, Carlos Castillo Mattasoglio, en su homilía para celebrar la Solemnidad de Santa Rosa de Lima, patrona del Perú, de América, de las Indias y de Filipinas, se refirió a los problemas que enfrenta nuestro país.
Al tiempo de referirse al ejemplo cristiano y humano de la santa peruana hizo un llamado a vivir la fe que ella mostró y pidió que nos situemos en nuestra realidad hoy para servir a los que más sufren.
“O Dios o el dinero. Y eso es muy importante para nosotros en este momento, en el país, porque las locas ilusiones sobre todo son por ambición y por dinero mafioso, y tenemos que superar eso, tenemos que siempre ganarnos honradamente el dinero y a partir de ahí servir siempre con ese dinero a quien más sufre porque todo lo que tenemos es un don de Dios, que debe ser compartido”, afirmó el primado del Perú.
Ante la presencia de diferentes autoridades, entre ellos del ministro del Interior, Juan José Santiváñez, generales de la Policía, comandantes de las Fuerzas Armadas, representantes del colegio de enfermeras y religiosos, Castillo Mattasoglio recurrió a una expresión en el libro del Eclesiástico (“son tan numerosas las opiniones de los hombres y sus locas fantasías los extravían”), refiriendo que Rosa de Lima supo apartarse de la riqueza, para estar atenta a las necesidades de la gente.
“En ese tiempo era el oro, hoy día puede llamarse litio o inteligencia artificial, pero es igual, son las locas ilusiones que tenemos, que nosotros buscamos y con las cuales dominamos a las personas”.
En la Basílica Catedral pidió que Lima esté al servicio de las provincias del Perú, “como querían los primeros constitucionalistas” de la patria. Agregó que el Perú está formado por todas las provincias, sin distinción, “y no es propiedad de nadie, ni es propiedad de ningún otro país”.
Con el ejemplo de Santa Rosa pidió “hagamos del Perú una partecita del cielo”, utilizando el título de un libro del investigador social Luis Millones.
Concluyó su homilía destacando el rol de las enfermeras y la Policía Nacional, “que ayudó en momentos extremos como la pandemia y hoy está en un problema más serio, porque el nivel de delincuencia es mayor, necesitamos fortalecerla en su espíritu de servicio y organizarse con el propio pueblo para defender la nación y que haya paz”