El 8 de setiembre de este año, el gerente general de la compañía Wotan International, Guillermo Burga Ortiz, fue condenado a prisión efectiva por su participación en la venta de 36 aeronaves de combate MiG-29 y Sukhoi-25 de Bielorrusia a la Fuerza Aérea del Perú. El propietario de la misma empresa, Claus Corpancho Kleinicke, murió poco antes de que la justicia lo sentenciara por su intervención en lo que las autoridades consideran el más grande caso de corrupción del gobierno de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos. Con el nuevo destape de Los papeles de Pandora, se ha revelado que Enrique Ferrando Gamarra, del estudio Osterling Abogados, estaba relacionado con Wotan International y Claus Corpancho. Incluso Ferrando es familia de Corpancho. Pero, preguntado por La República, Ferrando dijo que no sabía nada de las actividades ilícitas de sus clientes.
Montesinos los llamaba “Los Gordos”, la agrupación de vendedores de equipos bélicos que monopolizaron la provisión de equipamiento durante el régimen fujimorista. Estaba compuesta por Enrique Benavides Morales, Claus Corpancho Kleinicke y Moshe Rothschild Chassin. Lo de “gordos” era por Benavides y Corpancho, porque el expiloto israelí Rothschild era más bien de contextura delgada.
Todos escaparon del Perú cuando se derrumbó el régimen de Fujimori y Montesinos, porque sabían que un gobierno democrático los enjuiciaría y encarcelaría por haberse quedado con más del 50% de los US$ 410 millones que pagó la FAP por las aeronaves sobrevaloradas, de segunda mano y con deficiencias técnicas. En el 2004 fue extraditado Guillermo Burga y en el 2007, su socio Claus Corpancho. Los otros integrantes de “Los Gordos”, Moshe Rothschild y Enrique Benavides, continúan prófugos.
El martes último, como parte del proyecto de los papeles de Pandora, el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), en colaboración con la plataforma Convoca, detectó en documentos filtrados del estudio de abogados panameño Alemán, Cordero, Galindo y Lee (Alcogal) que Wotan International, de Claus Corpancho, y Guillermo Burga mantuvieron vinculaciones con Enrique Ferrando Gamarra, del estudio Osterling Abogados. Sin embargo, Ferrando asegura que no sabía nada.
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Los nombres de los involucrados en la compra de los aviones de guerra al corrupto gobierno de Bielorrusia salieron publicados por primera vez en La República el 25 de marzo de 1996. El reportaje de investigación alertó de que se trataba de una licitación fraudulenta para favorecer a la empresa W-21 Intertechnique, constituida por los representantes de “Los Gordos”. En esa ocasión se señaló que Claus Corpancho y Guillermo Burga, de Wotan International, eran parte del negociado que contaba con la bendición de Fujimori y Montesinos. La República prosiguió publicando más investigaciones sobre el mismo caso hasta el final del fujimorato, y luego continuó dándoles cobertura a las indagaciones del Congreso y del Ministerio Público, y al proceso judicial, incluida la sentencia del 8 de setiembre de este año. En el juicio quedó establecido que los traficantes de armas usaron una red de empresas offshore con la ayuda de Alcogal para recibir los pagos de la FAP y luego repartir las ganancias ilícitas. Empero, el abogado Enrique Ferrando asegura que no sabía nada.
Los papeles de Pandora dejan al descubierto que el estudio panameño Alcogal le consiguió a Guillermo Burga –el brazo derecho de Claus Corpancho– la offshore Elmont Enterprises, en 1998, después de los contratos por los MiG-29 y Sukhoi-25, que fueron en 1996 y 1997. Poco después, en 1997, Elmont Enterprises le otorgó un poder a Enrique Ferrando para que comprara una residencia en La Molina. La fiscalía desconocía de esta operación. Para entonces, la compra de los MiG-29 ya era un escándalo internacional. El periódico The New York Times publicó que las aeronaves no servirían para una eventual guerra contra Ecuador porque “no cuentan con garantía, ni contrato de mantenimiento”. Pero el abogado Enrique Ferrando sostiene que no sabía nada.
Ferrando explicó a este diario que la empresa Wotan International, de los traficantes de armas Claus Corpancho y Guillermo Burga, le fue asignada por el estudio Osterling Abogados, que no tuvo ningún interés personal en el caso.
“No he tenido relación personal con los señores Corpancho y Burga. Ellos eran representantes de la empresa Wotan International. La relación siempre fue con Wotan International, no con los señores Corpancho o Burga a título personal”, arguyó Ferrando.
“¿No sabía usted que los señores Corpancho y Burga estaban relacionados con las compras ilícitas de armamento?”, se le preguntó.
“No, la asesoría corporativa no tuvo que ver en absoluto con asuntos de la naturaleza que menciona. Insisto en que la relación fue a nivel corporativo con Wotan International y no a nivel personal con los señores Corpancho o Burga”, respondió Enrique Ferrando.
Sin embargo, reconoció que fue apoderado de offshore de Wotan International, de Claus Corpancho, y de Elmont Enterprises, de Guillermo Burga.
“Bendorf (Finance) es una empresa offshore presentada al estudio (Osterling Abogados) por Wotan International. Me otorgó un poder a finales de 1999 para que en representación suya constituya una sociedad anónima cerrada en el Perú, de la cual Bendorf (Finance) sería dueña del 50%. (...) La compañía no llegó a constituirse. En la práctica, nunca utilicé el poder que me otorgaron”.
Según los papeles de Pandora revelados por el ICIJ y Convoca, Bendorf Finance instruyó un préstamo de US$ 700 mil al hijo de Luis Duthurburu Cubas, el cerebro financiero de los traficantes de armas. Ferrando dijo que no conoce al hijo de Duthurburu.
No fue el único poder que una offshore de Wotan International, de Claus Corpancho y Guillermo Burga, le otorgó a Enrique Ferrando.
“Elmont Enterprises me otorgó un poder especial, como abogado corporativo del estudio (Osterling Abogados) que veía los temas de Wotan International, que dio esa instrucción para que adquiera el dominio de un inmueble en La Molina. (...) La compra fue efectuada, con lo cual finalizó el encargo. (...) Nunca tuve conocimiento de que esa empresa fuera de propiedad del señor Burga”, señaló.
Ferrando, como se ha visto, declaró que nunca tuvo relación directa con Claus Corpancho y Guillermo Burga. Empero, cuando se le preguntó cuándo los había visto por última vez, manifestó que hacía dos décadas. Se entiende que poco antes de fugar del país, luego del derrumbe del régimen de Fujimori y Montesinos.
“¿Cuándo fue la última vez que habló o vio al señor Corpancho?”, preguntó este diario.
“No recuerdo, pero puede haber sido hace más de 20 años”, contestó.
“¿Y al señor Guillermo Burga?”, indagó este periódico.
“Tampoco recuerdo exactamente, pero puede ser más de 20 años”, apuntó.
La República pudo establecer que entre Enrique Ferrando Gamarra y Claus Corpancho Kleinicke existe una relación familiar, lo que explicaría su relación con la empresa de este, Wotan International, aunque insiste en que la compañía le fue asignada por el estudio Osterling Abogados. El padre del abogado se llamaba Enrique Ferrando Corpancho. Pero su versión fue la siguiente: “No tengo ninguna relación familiar con el señor Klaus Corpancho Kleinicke. Mi abuela por parte de padre se apellidaba Corpancho, pero es una simple coincidencia”.
Enrique Ferrando Gamarra
En una entrevista con el exministro de Economía Jorge Camet Dickman, quien ejerció funciones en un periodo clave (1993-1998), reconoció que Alberto Fujimori tuvo intervención directa en la compra de armamento. Camet señaló a Moshe Rothschild Chassin, cabecilla de “Los Gordos”, como el personaje más allegado a Fujimori.
En otra entrevista, el exviceministro de Hacienda (1990-2001) Alfredo Jalilie Awapara señaló que el traficante Rothschild estaba muy relacionado con Fujimori. Jalilie y Rothschild viajaron a Bielorrusia para negociar la compra corrupta de los MiG-29.
El general EP (r) Hugo Gonzales Ríos se acogió a la colaboración eficaz y dijo que Fujimori lo presionó varias veces para comprar helicópteros de segunda mano a Moshe Rothschild.
Condenados. El 8 de setiembre de este año, la Cuarta Sala Penal Liquidadora castigó con prisión efectiva a Guillermo Burga Ortiz, Óscar Benavides Morales, Juan Valencia Rosas y Eloísa de la Fuente Suárez por la compra corrupta de los MiG-29 a Bielorrusia. Y con ellos a tres exfuncionarios del Ministerio de Economía y Finanzas.
Claus Corpancho Kleinicke. Propietario de Wotan International, miembro de “Los Gordos”, organización criminal que vendió los MiG-29.
Guillermo Burga Ortiz. El número dos de Wotan International, brazo derecho de Claus Corpancho. Condenado por compra de los MiG-29.
Luis Duthurburu Cubas. Cerebro financiero de los traficantes de armas. Una offshore cuyo apoderado fue Ferrero estuvo relacionada con su hijo.
Cliente. De izquierda a derecha, Claus Corpancho, Guillermo Ortiz y Luis Duthurburu. Foto: composición/ difusión
Wotan International, de Claus Corpancho y Guillermo Burga, cómplices en la venta corrupta de aviones de guerra, designó como apoderado de dos de sus offshore a Enrique Ferrando.
Inscripción de poderes especiales. Foto: difusión
Inscripción de poderes especiales. Foto: difusión