El fiscal superior Gino Quiroz y la defensa del congresista electo de Perú Libre Guillermo Bermejo continuarán discutiendo la admisibilidad de las pruebas que se examinarán en el juicio por la presunta vinculación y afiliación de Bermejo al grupo terrorista Sendero Luminoso.
La acusación de la fiscalía contra Bermejo se sustenta en la declaración de tres colaboradores eficaces identificados con las claves 2205, 1969 y 3022, otro testigo protegido con clave y el testigo identificado Wilder Satalaya Apagueño.
El tribunal integrado por los jueces Andrés Churampi Garibaldi, Teófilo Salvador Neira y Luis Cerrón Rengifo los admitió, pero en torno a su identidad se generó una polémica.
Foto: difusión
El abogado defensor Ronald Atencio Sotomayor reclamó que primero se aclare si los tres colaboradores son distintas personas o se trata de una sola, o si son distintas al testigo clave y a Satalaya.
Atencio Sotomayor recordó que en el anterior juicio la fiscalía presentó tres colaboradores que resultaron ser la misma persona. El tribunal rechazó su oposición, pero señaló que los podrá volver a cuestionar al momento de interrogarlos.
La fiscalía y la policía investigan a Guillermo Bermejo desde el 2006, cuando se reportaron viajes a Venezuela, Bolivia y Colombia por sus actividades del movimiento “Todas las Voces”, que él había formado. El 2008 se allanó su casa y se encontraron equipos de radio con los que se comunicaba con movimientos cocaleros del Vraem.
Esa investigación fue archivada por falta de pruebas que lo vincularan a actividades terroristas. El 2015, se le inició una nueva investigación por presunta vinculación y pertenencia a Sendero Luminoso, ante lo cual el hoy congresista electo se asiló en Venezuela.
El 2017, Bermejo regresó al Perú, se sometió a juicio público y fue absuelto. El 2019, la Corte Suprema anuló la sentencia absolutoria y dispuso que se realice un nuevo juicio. Esto es lo que se está haciendo ahora.
La fiscalía acusa a Bermejo de haberse desplazado entre el 2008 y 2009 a los campamentos de Sendero Luminoso en el Vraem, donde habría recibido adoctrinamiento y firmado una carta de sujeción a la agrupación terrorista.
Sin embargo, la Sala Penal Nacional desestimó los cargos y lo absolvió al considerar que los colaboradores permiten establecer que Bermejo llegó a los campamentos, pero no que recibiera adoctrinamiento ni firmara una carta de sujeción.
Los jueces dudaron porque los testigos no fueron claros sobre el tiempo en que el acusado permaneció en el campamento. Uno dice que estuvo de paso, otro testigo, una hora; el otro, una noche; y otro habló de una semana.
Sin embargo, la Corte Suprema anuló la sentencia absolutoria al considerar que los jueces no evaluaron en forma conjunta las declaraciones de los colaboradores eficaces ni tampoco tuvieron en cuenta un peritaje psicológico ni las actas de reconocimiento fotográfico.
Foto: La República
Los testigos dicen que Bermejo se presentaba como representante de los universitarios de Lima, lo que se probaría, según la Procuraduría, con el perfil psicológico, el cual concluye que el acusado tiene una alta autoestima.
“El Tribunal Superior no ha realizado una evaluación sistémica de la prueba personal, pues ha valorado declaraciones de manera fragmentada. Es necesario que el tribunal que dictó la sentencia analice todas y cada una de las declaraciones de los colaboradores eficaces desde la investigación preliminar, etapa de instrucción y juzgamiento, para luego ser evaluado íntegramente”, precisó la Corte Suprema.
Para el nuevo juicio, la fiscalía y la procuraduría presentarán a los colaboradores eficaces 2205, 1969, 3022 y 2012, más el testimonio de Wilder Satalaya y otro testigo de reciente aparición, identificado como Boby Villarreal Medina.
La Corte Suprema considera que en el primer juicio las pruebas no se evaluaron en su conjunto.
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