La exministra de Relaciones Exteriores, Elizabeth Astete, reiteró su versión acerca de que el jefe de Estado, Francisco Sagasti, conocía de su inoculación irregular contra la COVID-19. Así lo informó a la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales del Congreso.
“Aunque acudí a vacunarme con el convencimiento que se trataba de un procedimiento regular en un acto público y a plena luz del día y con la anuencia del presidente Sagasti, soy consciente del error que cometí y sus consecuencias negativas a nivel personal e institucional”, declaró.
Agregó que inicialmente no tenía conocimiento de que se trataba de un procedimiento irregular, pero que al saber del hecho optó por dar un paso al costado.
“Al tomar conocimiento de la existencia de vacunas de cortesía y de irregularidades en el proceso administrado por la Universidad Peruana Cayetano Heredia, asumí mi responsabilidad política y presenté mi renuncia al cargo de canciller”, sostuvo.
Astete Rodríguez, durante la sesión que evaluó las denuncias constitucionales 423 y 427, deploró haber sido una de las funcionarias que se inoculó con las 2.000 dosis extras que entregó el laboratorio chino Sinopharm para los ensayos clínicos que se ejecutan en el Perú.
“Lamento profundamente haber recibido la primera dosis de la vacuna de Sinopharm y no haber analizado ni cuestionado debidamente la opción de vacunarme que se me había presentado de manera repetida desde que asumí la Cancillería en noviembre del año pasado”, agregó.
Asimismo, la excanciller indicó que su inoculación irregular no tuvo relación alguna con el cierre de convenio con Sinopharm para la adquisición de dosis.
“Quiero dejar en claro que es totalmente falso que yo haya recibido la vacuna para favorecer a Sinopharm. Lo descarto categóricamente, mi vacunación no tuvo nada que ver con el proceso de negociación ni con beneficios indebidos a dicha empresa”, refirió.
Asimismo, la excanciller aseguró que la presidenta del Consejo de Ministros, Violeta Bermúdez, conocía de su vacunación irregular y le sugirió que no involucre al jefe de Estado, Francisco Sagasti.
“Yo había tenido una reunión el 11 de febrero con la presidenta del Consejo de Ministros, que me convocó a su despacho, en la que me preguntó, de entrada, si es que yo le había avisado al presidente Sagasti antes o después de mi vacunación. Le dije de manera enfática que yo le había avisado al presidente antes de mi vacunación. La primera ministra me sugirió no involucrar al presidente y yo le contesté que no era mi intención hacerle daño, ni al presidente de la República, ni al gobierno actual”, relató.
Al respecto, la primera ministra negó las declaraciones de Elizabeth Astete y mantuvo la versión que anteriormente señaló sobre que ellos desconocían la inoculación de la entonces canciller y al enterarse, le solicitaron su renuncia.
Bermúdez en redes sociales
Con antelación, el jefe de Estado comunicó que no acudiría a la sesión de la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales en la que se tratarían demandas diversas por el caso Vacunagate.
En el oficio enviado al presidente de dicho grupo de trabajo parlamentario, Carlos Pérez, Sagasti Hochhausler detalló que no se le informó sobre la vacunación irregular de la Excanciller Astete.
“Sobre si conocía de la vacunación de los tres exfuncionarios mencionados, reitero lo que públicamente he señalado: no tenía conocimiento de sus irregulares vacunaciones ni de la existencia de las ‘vacunas candidatas’ administradas fuera del ensayo clínico llevado a cabo por la Universidad Peruano Cayetano Heredia”, apuntó.
El actual mandatario también recalcó que tomó “conocimiento de la inmunización irregular de la señora Elizabeth Astete Rodríguez el 14 de febrero de 2021, cuando presentó su renuncia al cargo de ministra de Relaciones Exteriores”.
Y reiteró que es “absolutamente falso” que haya dado su autorización o consentimiento para “la irregular vacunación de la exministra o de cualquiera otra persona”.
Suscríbete aquí al boletín Política La República y recibe a diario en tu correo electrónico las noticias más destacadas de los temas que marcan la agenda nacional.