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Política

Juez sentencia por difamación agravada a exoficial que imputó falsos cargos a autoridades de la Marina

Desde que pasó a la situación de retiro, el comandante (r) Gregory Paredes Saavedra se dedica a denunciar a oficiales de su institución ante diversas instancias que acogen sus imputaciones, sin verificar sus antecedentes.

larepublica.pe
Gregory Paredes Saavedra

El comandante de la Marina en situación de retiro, Gregory Paredes Saavedra, fue sentenciado a 3 años de prisión suspendida por el delito de difamación agravada, en agravio de la Marina de Guerra del Perú y del excomandante general de la institución, almirante Gonzalo Ríos Polastri.

La demanda fue interpuesta por el ex procurador de la Marina, Juan Cotera Chávez, quien alegó que el exoficial se dedicaba a formular imputaciones falsas contra Ríos y otras autoridades navales.

Desde que pasó al retiro, Gregory Paredes se presenta ante comisiones del Congreso, el Ministerio Público, Procuradurías, ministerios y otras instancias, e incluso el despacho Presidencial, para denunciar presuntos actos de corrupción que atribuye a oficiales navales que tuvieron relación con su salida de la Marina.

Gregory Paredes distribuye a los medios de comunicación copias de sus denuncias y ofrece entrevistas imputando delitos a los oficiales navales.

Precisamente, el titular del Segundo Juzgado Penal de Lima para Procesos con Reos Libres, Luis Jacinto Sánchez, determinó que el exoficial Gregory Paredes Saavedra cometió el delito de difamación agravada contra la Marina y el excomandante general de la Marina, Gonzalo Ríos.

Según la resolución judicial, Paredes perpetró el delito cuando expresó sin fundamento que en la institución naval “existe una organización delictiva, lo que implica una división de roles y funciones entre las altas autoridades navales que conforman dicha organización criminal”.

No rectificó imputaciones

Las autoridades navales desestimaron las expresiones del exoficial Paredes y le instaron a que rectificara, pero en lugar de hacerlo reiteró que “existe una organización criminal conformada por mafias e integrada por funcionarios corruptos del Ministerio de Defensa y la Marina”.

Paredes también declaró a algunos medios agraviantes en perjuicio “del comandante general de la Matina (Gonzalo Ríos Polastri), a quien llama ‘corrupto’, afirmando que la institución naval no merece estar conducida por él ni por su cúpula, porque mellan la imagen institucional”, por lo que el procurador del instituto naval interpuso una querella por difamación agravada contra Gregory Paredes Saavedra.

La República se comunicó con Paredes y le solicitó una entrevista para que ejerciera su derecho a réplica, pero arguyó que no estaba autorizado a hablar con la prensa porque se encontraba en “condición de testigo” del Ministerio Público y de la Procuraduría Anticorrupción “en varios casos de corrupción” que había denunciado contra oficiales de la Marina, confirmando de esta manera que promueve acciones legales por supuestos delitos contra las autoridades de la institución donde sirvió.

Paredes afirmó que era testigo de varios casos de supuesta corrupción en adquisiciones militares, pero según su legajo no ha prestado servicios en dependencias o unidades navales que hicieron las compras en las que presuntamente se cometieron delitos. Tampoco exhibió alguna disposición fiscal o resolución judicial que le otorga la condición de testigo.

Motivaciones personales

Cuando ofreció su descargo por la querella por difamación agravada, Paredes no aceptó los cargos y expresó: “El proceso en mi contra tiene como única finalidad aplacar la lucha contra la corrupción que estoy sosteniendo en contra de algunos funcionarios integrantes de la Marina”, reconociendo que desde que fue apartado de la Marina inició una serie de acciones legales contra las autoridades navales que lo separaron de la institución porque no pudo ascender de grado.

También dijo: “No he tenido problemas personales con el querellante (el almirante Gonzalo Ríos Polastri), solo judiciales, en defensa de mis derechos laborales, y denuncias en la Fiscalía del Callao contra los querellantes (las autoridades navales), quienes en acto de corrupción agravian al estado y al recurrente (Gregory Paredes). Estos hechos no tienen nada que ver con que no haya ascendido al grado inmediato superior”, explicó.

Pero de acuerdo con fuentes navales, Gregory Paredes desató una serie de denuncias por actos de corrupción imputados que fuerte parte o tuvieron relación con su baja por no haber ascendido de grado.

Este diario pidió a Paredes su versión de los hechos, pero, como se ha indicado, expresó que no estaba en condiciones de hacerlo porque es “testigo” de los casos en los que precisamente ha denunciado a las autoridades navales.

Paredes querelló al exministro de Defensa, Pedro Cateriano Bellido, por acceder a una solicitud de la Comisión de Defensa del Congreso para que le remita el legajo del exoficial naval. En tres oportunidades los magistrados Limber Marchán Girón y Ana Girón Aguilar desestimaron la acción de Gregory Paredes.

Según los registros navales, Gregory Paredes se encontraba rezagado de su promoción 5 años. En el 2013, cuando la Marina no otorgó vacantes, comenzó a presentar denuncias contra las autoridades navales ante el Ministerio de Defensa, la Presidencia del Consejo de Ministros, la Defensoría del Pueblo y otras instancias.

Al año siguiente, en el 2014, presentó una acción de amparo contra la Marina por no haber considerado una vacante para su grado, pero el 2015 interpuso un pedido para pasar a la situación de disponibilidad por 2 años. Mientras tanto, prosiguió accionando denuncias contra las autoridades navales y recurría a algunos medios y a las redes sociales para difundir sus imputaciones y agravios.

En el 2017, fue pasado a la situación de retiro a su solicitud, pero demandó que fuera por la causal de renovación, lo que consiguió en 2018.

consignaron que, “desde el punto de vista académico profesional, el capitán de corbeta Gregory Paredes Saavedra llevó a cabo diversos cursos militares, demostrando un bajo rendimiento por debajo del promedio”.

En el mismo documento al que tuvo acceso La República, se indica las razones por las que Paredes no ascendió de grado: “La apreciación conceptual del capitán de corbeta Gregory Paredes Saavedra en los diferentes proceso de ascenso que ha participado, ha obtenido una baja calificación respecto al promedio de oficiales que se presentan como candidatos para el ascenso”, se indica en el legajo del exoficial naval: “En tal sentido se constató que tenía una limitada proyección y baja potencialidad en la carrera naval”.

Según los registros navales, Gregory Paredes se encontraba rezagado de su promoción 5 años. En 2013, cuando la Marina no otorga vacantes, comenzó a presentar denuncias contra las autoridades navales ante el Ministerio de Defensa, la Presidencia del Consejo de Ministros, la Defensoría del Pueblo y otras instancias.

Al año siguiente, en 2014, presentó una acción de amparo contra la Marina por no haber considerado una vacante para su grado, pero el 2015 presentó un pedido para pasar a la situación de disponibilidad por 2 años.

Mientras tanto, prosiguió presentando denuncias contra las autoridades navales y recurría a algunos medios y a las redes sociales para difundir sus imputaciones y agravios.

En 2017, fue pasado a la situación de retiro a su solicitud, pero demanda que sea por la causal de renovación, lo que consigue en 2018.

Afectar el honor

Entre sus más recientes intervenciones, Gregory Paredes reconoció que es la persona que entregó siete expedientes de supuestos casos de corrupción contra oficiales de Marina en procesos de adquisición, entre ellos el caso de la adquisición de Bases Modulares mediante un contrato de gobierno a gobierno con Canadá.

Para el magistrado Sánchez, durante el proceso quedó claro cuál era la verdadera intencionalidad de Gregory Paredes: “El querellado ha señalado que lo manifestado por su persona ha sido dentro del ámbito de una opinión y denunciando públicamente que en la Marina existe una organización criminal conformada por mafias que cometen actos de corrupción en pos de intereses personales torciendo leyes y reglamentos”.

Pero el oficial en retiro no pudo sustentar sus dichos.

“Al respecto debe tenerse presente que durante la secuela del proceso no se ha acreditado que lo manifestado por el querellado Gregory Paredes Saavedra haya sido una opinión y que las supuestas mafias que ha denunciado públicamente como éste sostiene, se hayan acreditado puesto que solamente son meras afirmaciones que ha efectuado el querellado (...) con la única finalidad de afectar el honor de los (afectados)”, indicó el juez Luis Jacinto Sánchez.

“(Lo que) se ha acreditado es que se ha difamado a los querellantes que son el comandante general de la Marina, almirante Gonzalo Ríos, y de la Marina, representada por el procurador Juan Cotera”, precisa el magistrado.

La condena de 3 años de pena privativa de libertad suspendida, está condicionada a reglas de conducta que debe cumplir el exoficial Gregory Paredes, lo que incluye pagar una reparación civil de 50 mil soles, no cometer un nuevo delito y respetar a los querellantes “desde el punto de vista moral y ético”.

Sin embargo, Paredes dijo a La República que continuará con sus denuncias contra la corrupción y que “apelaré en todos sus extremos la sentencia”, y reiteró que responderé en el momento oportuno y cuando la legalidad lo permita”.

Las autoridades antes de acoger las denuncias de Gregory Paredes deben tener en cuenta la sentencia del juez Luis Jacinto Sánchez, que deja en evidencia la gravedad de la conducta del exoficial naval.

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