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Opinión

¿Cómo se relacionan las enfermedades con el envejecimiento?, por Moisés Barrantes

Una mirada intencionada de las enfermedades más frecuentes que suceden con la edad refuerza la identificación de esta relación.

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La mujer más anciana del mundo es española y tiene 116 años con 280 días. Foto: composición LR / LongeviQuest

Científicos de diversos países del mundo ofrecen sus descubrimientos e ideas sobre la aparición de las enfermedades y el envejecimiento. Debo señalar al respecto lo siguiente: ambos procesos guardan estrecha relación, que es bidireccional; es decir, la enfermedad acelera el envejecimiento y este último proceso favorece la aparición de ciertas enfermedades, las cuales aumentan con la edad.

Una mirada intencionada de las enfermedades más frecuentes que suceden con la edad refuerza la identificación de esta relación. En los mayores de 50 años aparecen males cardiovasculares (hipertensión arterial, cardiopatías e insuficiencia cardiaca), procesos neurológicos (accidentes cerebrovasculares), enfermedades musculoesqueléticas (osteoartritis, osteoporosis, lumbalgia) y diversos tumores. Clara realidad, conocida por médicos y pacientes.

Sucede que con el envejecimiento se producen cambios en nuestro organismo por acción genético-biológica y por acción ambiental. La evolución y los cambios suceden en toda la estructura de los seres vivos, de dimensiones pequeña y grande. Aparecen cambios en los componentes núcleo, citoplasma y membrana de las células, en tejidos, órganos y sistemas corporales, los cuales expresan signos de envejecimiento.

Resultan por ello medidas superficiales, sin respaldo científico, aquellas acciones destinadas a embellecer y aparentar menor edad, que recomiendan aplicación de cremas o aplicación de bótox. Estas medidas no detienen el proceso de envejecimiento que avanza en células, tejidos, órganos y sistemas del cuerpo. Es una treta de la industria que negocia para satisfacer la vanidad humana, a veces pasando por riesgos innecesarios.

Lo científicamente probado son los cambios biológicos de envejecimiento, que se expresan por el desgaste general a nivel celular y la disminución de la capacidad del organismo para eliminar células y proteínas viejas o disfuncionales (acumulación de deshecho). Se ha encontrado deterioro del ADN y pérdida de telómeros. Los telómeros son prolongaciones de los cromosomas; mediante ellos, los cromosomas tienen equilibrio y división ordenada.

Entonces, es importante considerar la relación que existe entre gen, ADN, cromosoma y telómeros, dentro de la estructura celular. Los cambios que se dan en alguno de ellos influyen en los demás. Aparecen cambios en el ADN, cromosoma, modificaciones químicas en el genoma, en mitocondrias (central de energía); lo que resulta en la dificultad para eliminar las células defectuosas y también las proteínas malas (deshecho). Son indicadores de envejecimiento.

De igual manera, factores ambientales influyen y son causantes de procesos de envejecimiento. Consideramos ambiente contaminado en tierra, agua y aire, radiación solar, estilo de vida de las personas, consumo de bebidas alcohólicas y tabaco en fumadores. Al contrario, la alimentación adecuada y actividad física metódica contribuyen a enlentecer los procesos de envejecimiento, diferenciando el tiempo de vida en las personas. En resumen, puedo señalar que hay estrecha relación bidireccional entre enfermedad y envejecimiento. Existen factores genéticos-biológicos protectores o dañinos para la salud. Se suman los factores ambientales que igualmente influyen en el tiempo de vida de las personas, a los que se agregan calidad de vida, actividad física y alimentación saludable. Las medidas que se utilizan para mejorar la apariencia no tienen respaldo científico.