Exministra de Justicia y Derechos Humanos. Abogada.

Que no te engañen, la manipulación de las FFAA y la PNP, por Marisol Pérez Tello

" Nuestras Fuerzas Armadas y la Policía Nacional no necesitan favores ni perdones políticos que las envilecen, sino justicia, respeto y elecciones limpias"

¿Qué tiene que ver el voto digital con la ley de impunidad? TODO. Ambos responden a una misma estrategia y a una vieja forma de hacer política: controlar el poder, debilitando la justicia y manipulando la democracia, como lo han hecho todos los autoritarismos y dictaduras. Por un lado, el Congreso aprueba una norma que busca blindar a quienes violaron derechos humanos, escudándose en seiscientos procesos eternos que el propio Ejecutivo no ayuda a resolver, amarrando el presupuesto y la información. Por el otro, el Estado impulsa un voto digital, legítimo y necesario pero, sin las garantías mínimas. Abarcará por lo menos a los casi 170 mil miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía, que podrían votar mientras resguardan el proceso electoral. No es eficiencia ni coincidencia: es cálculo político.

Las elecciones de los últimos años se ganaron por menos de 50 mil votos.

La Ley, llamada de impunidad, está suspendida porque permite que sentenciados en más de ciento cincuenta casos accedan a beneficios ilegales. La Corte Interamericana y las Naciones Unidas ya han señalado que es incompatible con los compromisos internacionales del Perú, y los jueces NO van a aplicarla, sentencias del Tribunal Constitucional, los avalan.

Aun así, se insiste en presentarla como efectiva bajo la mentira de reconciliación, cuando en realidad busca influencia y obediencia, sumando un montón de promesas que no piensan cumplir y que no serán evidentes hasta después de las elecciones.

Ni el voto digital ni una ley inconvencional, y, por tanto, ilegal, pueden usarse para condicionar instituciones que deben ser neutrales. Nuestras Fuerzas Armadas y la Policía Nacional no necesitan favores ni perdones políticos que las envilecen, sino justicia, respeto y elecciones limpias. Porque lo que está en juego no es solo la memoria del pasado, sino la libertad.