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Opinión

Jugando bowling con los ministros, por Augusto Álvarez Rodrich

El Congreso apunta al gabinete y va pronto por más censuras.

larepublica.pe
AAR

La censura al ministro del Interior es el preaviso de que el Congreso le ha puesto la puntería al gabinete, pero con mira selectiva, en función de conveniencias políticas antes que de las políticas públicas de cada sector, como fue obvio en la destitución de Vicente Romero.

En lo que iba de 2023 se habían presentado 23 intentos de interpelación, pero ninguna avanzó. La de Romero es la primera, pero unos días antes el gobierno negoció con el Congreso la cabeza de la canciller Cecilia Gervasi por el permiso del viaje de la presidenta Dina Boluarte a la APEC-San Francisco.

Interior y relaciones exteriores son espacios clave de toda administración, junto a defensa, a cuyo titular Jorge Chávez se quiso sacar hace poco, y no debería sorprender que pronto se lancen sobre Alex Contreras del MEF por la crisis económica. Cuatro carteras que son el cogollo de todo Gobierno.

Hay ministros, en cambio, que no están en la puntería parlamentaria probablemente por sus nexos partidarios. El de salud, César Vásquez, a APP —cuya bancada parece la oficialista que formalmente el gobierno no tiene— y, principalmente, Óscar Vera del MEM, vinculado a Perú Libre.

Pero quien parece muy sólido es el premier Alberto Otárola por ser el operador político que administra con mucha eficiencia la correa de transmisión entre el Gobierno y el Congreso.

Asimismo, también es claro que, al menos hasta nuevo aviso, los embates sobre el gabinete no alcanzarán a la presidenta Boluarte pues ella sigue representando la boya de flotación del congreso para llegar hasta el año 2026.

Se pueden plantear dos hipótesis para explicar la nueva actitud del Congreso sobre el gabinete. Una es que los partidos ya piensan en candidaturas y quieren tomar distancia de un gobierno desprestigiado para no quemarse más de lo que ya están. La otra es que desean poner gente cercana a sus ideas en el gobierno, como Javier González-Olaechea, cuya designación en Torre Tagle la festejó el fujimorismo.

Aunque quizá ambas hipótesis no sean mutuamente excluyentes, la designación del nuevo ministro del Interior y los siguientes que se nombren ayudará a saber cuál de las dos es la más sólida, mientras el congreso va jugando bowling con el gabinete ministerial.