“Si yo escribo tu nombre en la arena / y tú escribes mi nombre en la arena / pero en otra playa / es que hemos descuidado las cosas…” (Di Paolo, 2020).
Rossella Di Paolo Ferrarini (1960), Premio Casa de la Literatura Peruana 2020, desde muy niña se inclina por el arte, “Hacía funciones de títeres para mis hermanos”, ha confesado.
Para ella, las letras llegan de improviso y la sorprenden llenándola de inesperadas emociones. A los 14 años descubre la poesía de Martín Adán “Fue una sensación increíble”. “¿Dije se puede hacer eso, mover el mundo de una manera que no es usual?” (Di Paolo, 2021).
Integra la generación poética de los años 80, su formación literaria tiene un inicio vocacional ya que siempre sus versos siempre están rodeados de lirismo, un motivo para acercarse a lo cotidiano de la vida y al amor correspondido. “Yo quiero tanto a la poesía, que a veces, parece, que no la quiero” (Di Paolo, 2021).
Di Paolo parte de experiencias muy personales y las prolonga a través de cada una de las palabras que se ordenan como un círculo mágico en su contexto sencillo de vivir, sentir y expresarse con una voz poética que se une exorbitante, abrumadora, audaz y contemplativa. "Se acabó la clase, / la ilusión de mango, / todos al recreo, yo al recreo (pero sin vuelta) / al recreo de desclavarme de la pizarra" (Di Paolo, 2013).
Su producción configura una corporeidad física: se toca, trastoca y convierte en una contraposición de musicalidad y silencio; su voz lírica es una reflexión sobre su propia creación: metapoesía “Me canso de frotar una palabra con otra / Y hacer chispita / ya no quiero poner esta letra aquí” (Di Paolo, 2020).