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Opinión

Trekking en el Centro Histórico de Lima, por Aaron Urdanigue

“En el CHL la gente solo utiliza la sección estrecha de la vereda, por ser más amigable al recorrido pedestre”.

larepublica.pe
La Plaza Mayor se convirtió en un centro de poder político, social y religioso para la ciudad de Lima. Foto: Municipalidad de Lima

Arquitecto y catedrático de la U. Lima

Últimamente se habla en medios de comunicación y también en las redes sociales afines a la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) acerca de las intervenciones en diversos espacios públicos del Centro Histórico de Lima (CHL), como la peatonalización de calles o el mantenimiento de esculturas. Esto “dentro del marco de implementación del Plan Maestro del Centro Histórico de Lima”.

La peatonalización de las calles es una buena iniciativa, porque provee mayores áreas de espacio público y tránsito peatonal a la ciudad; pero, por otro lado, sería necesario que la misma municipalidad implementase proyectos similares en otras zonas de la ciudad, como realizar la red de ciclovías propuesta por el Banco Mundial e implementar nuevos carriles exclusivos de transporte público, en lugar de desperdiciar recursos en obras que solo privilegian al transporte privado, como se vio con los ochenta millones de soles para el óvalo Monitor.

Sobre la peatonalización del CHL, es decepcionante ir a la obra, recorrerla y comprobar que quienes la diseñaron la hicieron muy cómodos desde sus escritorios generando renders o 3D idealizados del proyecto, pero nunca se pusieron en los zapatos de los miles de personas que utilizan estos espacios para ir a trabajar, vivir o realizar sus actividades religiosas, muy comunes en el CHL.

Se ha utilizado una piedra demasiado rústica para la calzada más grande, donde originalmente era el tránsito vehicular; ahora está cubierta por una superficie de piedra labrada por los propios operarios de la obra a punta de comba y cincel, lo que produce una textura demasiado irregular que hace difícil el paso ligero de los transeúntes que a diario recorren estas calles.

Entre los perjudicados están los adultos mayores, las personas con discapacidad motriz, además de los fieles, cofradías y hermandades que próximamente volverán a transitar por esas calles en las tradicionales procesiones.

Al parecer, el objetivo de la MML es generar gentrificación, donde se excluya a las personas de bajos recursos que vivan o trabajen ahí, y en cambio fomentar la visita del turista nacional que recorre sus calles por un par de horas los fines de semana tomando selfies, o el turista internacional, que ocasionalmente está de paso por Lima en su tránsito al Cusco, y que viene equipado con la indumentaria adecuada para hacer trekking de alta montaña o recorrer el famoso Qhapaq Ñan, el sistema vial inca.

En el CHL la gente solo utiliza la sección estrecha de la vereda, por ser más amigable al recorrido pedestre, y no la extensa sección central.

La muy promocionada peatonalización del CHL ha sido una retexturización de la calle sin cambiar el diseño anterior, cuando era el mejor momento para rediseñar el espacio público.