Un total de US$15.625 es lo que Piedmont Airlines, una subsidiaria regional de American Airlines, tendrá que pagarle a la familia de Courtney Edwards (34), mujer que tuvo un trágico deceso en la víspera del Año Nuevo 2023. De acuerdo con la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional, la empresa es responsable de que la víctima fuese succionada por el motor de un avión en pleno Aeropuerto Regional de Montgomery, Estados Unidos.
La agente de rampa y madre de tres niños se encontraba trabajando aquel fatídico 31 de diciembre de 2022. Ella se disponía recibir un vuelo proveniente de Dallas. Cámaras de seguridad captaron sus últimos momentos con vida cuando, con un cono naranja, acudió a la parte trasera de esta aeronave, que aún tenía sus motores encendidos.
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Según el copiloto de dicho vuelo, hubo un momento en que se escuchó que el “avión se sacudió violentamente y, de inmediato, se activó el apagado automático”. Este habría sido el instante en que la víctima fue succionada. Sin embargo, un informe preliminar indicó que se le intentó advertir a Edwards del peligro, ya que se había optado por mantener los motores encendidos hasta que se completara el periodo requerido de enfriamiento de dos minutos.
En este sentido, la agencia determinó que la muerte de Courtney se debió a que Piedmont Airlines no brindó una comunicación clara ni una capacitación efectiva que hubiese evitado dicha desgracia. Por su parte, el sindicato Communication Workers of America, al que pertenecía la agente de rampa, respaldó la falta de la empresa, que en enero pasado se comprometió en ayudar a la familia de la víctima.