La Policía de Bolivia ha llevado a cabo detenciones de dirigentes cercanos al expresidente Evo Morales, en medio de un clima de tensión política y social. Las autoridades buscan a otros líderes por los bloqueos de carreteras que se extendieron durante 24 días, generando pérdidas económicas significativas.
En las últimas horas, fueron arrestados Humberto Claros y Ramiro Cucho, quienes son considerados líderes de las movilizaciones en defensa de Morales. El Gobierno boliviano ha calificado estas acciones como delictivas, lo que ha desatado protestas y un ambiente de confrontación entre seguidores de Morales y del actual presidente Luis Arce.
Los bloqueos de carreteras duraron 24 días y provocaron pérdidas económicas. Foto: AFP
Las detenciones se producen en un contexto de creciente tensión entre Morales y Arce, exacerbada por investigaciones penales que el exmandatario considera como persecuciones políticas. La situación se complica con la respuesta de los seguidores de Morales, quienes han expresado su descontento en las calles.
La Policía boliviana ha ejecutado órdenes de aprehensión contra dos dirigentes cercanos a Evo Morales, el exmandatario que gobernó el país entre 2006 y 2019. Los detenidos, Humberto Claros y Ramiro Cucho, fueron trasladados a La Paz desde sus regiones de origen, Cochabamba y Potosí, respectivamente. El viceministro de Régimen Interior y Policía, Jhonny Aguilera, ha declarado que ambos enfrentan acusaciones de terrorismo y daños a los bienes del Estado.
Además de Claros y Cucho, las autoridades buscan a otros dos dirigentes, Ponciano Santos y Juan Ramón Quintana, exministro de la Presidencia de Morales. Aguilera ha aclarado que no existe ninguna orden de aprehensión contra el expresidente, lo que ha generado especulaciones sobre su situación legal.
Las detenciones han provocado una respuesta inmediata de los seguidores de Morales, quienes se han congregado en las oficinas de la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen (Felcc) en La Paz. Desde la noche del miércoles, han mantenido una vigilia en protesta por las aprehensiones, mientras que grupos afines al presidente Luis Arce han llegado al lugar, generando un ambiente de confrontación.
La situación se ha vuelto tensa, con intercambios de gritos e insultos entre los dos grupos. La Policía ha sido desplegada para custodiar el ingreso al edificio, intentando mantener el orden en medio de la creciente agitación social.
El expresidente Morales ha utilizado sus redes sociales para criticar las detenciones, calificándolas de "secuestro" y "arbitrarias". En su mensaje, denunció un supuesto plan de escarmiento contra la lucha social, comparando la situación actual con las dictaduras militares del pasado. Morales sostiene que estas acciones buscan disciplinar a la sociedad ante la crisis económica que enfrenta el país.
Las tensiones entre Morales y Arce han aumentado desde finales de 2021, cuando comenzaron a surgir diferencias en la administración del Estado y la dirección del Movimiento al Socialismo (MAS). La reciente investigación penal contra Morales por un caso de trata de personas ha intensificado las acusaciones de persecución política, lo que ha llevado a sus seguidores a bloquear carreteras en demanda de soluciones a problemas económicos y la habilitación de su candidatura para las elecciones de 2025.