El presidente Vladimir Putin advirtió el jueves que autorizar a Ucrania a usar armamento occidental de largo alcance contra objetivos en Rusia significaría que la OTAN está "en guerra con Rusia".
Esa decisión "cambiaría de manera significativa la naturaleza misma del conflicto" y "significaría que los países de la OTAN, Estados Unidos, los países europeos, están en guerra con Rusia", dijo Putin a un periodista de la televisión estatal.
"En ese caso (...), tomaremos las decisiones apropiadas en función de las amenazas que enfrentemos", advirtió.
Ucrania, confrontada desde febrero de 2002 a una invasión rusa, pide flexibilizar las restricciones de uso de los misiles británicos Storm Shadow y estadounidenses ATACMS, con alcances de cientos de kilómetros, que le permitirían golpear centros logísticos y aeródromos desde donde despegan los bombarderos rusos.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, discutió este jueves en Polonia, un país miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), los pedidos de ayuda militar de Ucrania.
Blinken prometió el miércoles en Kiev tratar "con urgencia" esos reclamos e indicó que la cuestión será abordada el viernes en Washington por el presidente Joe Biden y el primer ministro británico, Keir Starmer.
El ejército ruso aseguró poco antes de la intervención de Putin que había recuperado "diez localidades en dos días" en la región fronteriza de Kursk, donde las tropas ucranianas lanzaron el mes pasado una incursión que tomó desprevenido a Moscú.
Según Ucrania, sus tropas tomaron unas cien localidades y casi 1.300 km2 de territorio ruso desde la incursión iniciada a principios de agosto.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, confirmó esa contraofensiva, aunque aseguró que esa respuesta de Moscú "se ajusta al plan" que tiene su país, sin dar más detalles.
El mandatario ucraniano criticó los "retrasos" de sus aliados en responder a sus pedidos.
Hasta ahora, Estados Unidos no autorizó a Kiev a atacar con sus armas de largo alcance objetivos en Rusia, por temor a una escalada bélica.
"Si es necesario nos adaptaremos, especialmente en lo que respecta a los medios con los que cuenta Ucrania para defenderse eficazmente contra la agresión rusa", declaró Blinken en Varsovia.
La incursión ucraniana no redujo la presión de las tropas rusas en el este de Ucrania, que se acercan cada vez más a la ciudad de Pokrovsk, un importante centro logístico de la cuenca del Donbás.
Zelenski indicó que un bombardeo ruso en esa zona mató el jueves a tres ucranianos que iban en vehículos del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
También acusó a Rusia de haber atacado un barco que transportaba trigo hacia Egipto en el mar Negro.
La alcaldía de Pokrovsk indicó que la proximidad de los combates obligó a cortar el agua en esa ciudad de 53.000 habitantes antes de la guerra.
El gobernador de Donetsk, Vadim Filashkin, reportó también la destrucción del sistema de suministro de gas.
"Cada día que pasa, hay menos tiendas en Pokrovsk y las condiciones de vida son cada vez más difíciles", advirtió Filashkin en Telegram.
"La situación [...] no mejorará en un futuro próximo", abundó la alcaldía, que pidió evacuar nuevamente a los habitantes.