Contra reloj. En 13 días, los franceses deberán escoger entre continuar con su tradición republicana u optar por la radicalidad conservadora antiderechos liderada por Marine Le Pen. Hace tan solo una semana, de forma sorpresiva, el presidente Emmanuel Macron anunció un adelanto electoral como respuesta a la victoria de la extrema derecha en los comicios europeos.
Con la intención de buscar frenar el avance de la extrema derecha comandada por el partido Rassemblement National, en español Agrupación Nacional, que ganó en más del 90% de los municipios franceses, el mandatario optó por esta medida sin precedentes que busca evitar “dar las llaves del poder a la extrema derecha en 2027”.
Por otro lado, Marine Le Pen, líder de la Agrupación Nacional (RN), respondió que su partido está “dispuesto a ejercer el poder” tras las legislativas.
La lideresa que hoy es temida es hija del fundador del partido Frente Nacional, Jean-Marie Le Pen, conocido por sus comentarios racistas y antisemitas, acusado por sus filiaciones y justificaciones al genocidio nazi liderado por Adolf Hitler.
Históricamente, el partido conservador Los Republicanos (LR), fundado por Charles de Gaulle, siempre marcó su distancia de la ultraderecha. Sin embargo, el día martes pasado, su presidente, Éric Ciotti, propuso una “alianza” con RN.
Como era de esperarse, la propuesta de Ciotti causó una fractura interna en su partido, lo cual llevó a la dirigencia a cesarlo. Al respecto, el expresidente Sarkozy criticó el pacto, describiéndolo como una absorción injustificable. “Debió someter dicha propuesta a las bases y evitar este lamentable hecho”, afirmó el expresidente.
Contra todo pronóstico, la oposición de izquierdas logró superar sus divisiones internas para formar un bloque al cual han denominado el Nuevo Frente Popular.
Esta coalición, liderada por socialistas, ecologistas, comunistas y La Francia Insumisa (LFI), busca una “ruptura” con las políticas de Macron y propone derogar la impopular reforma de las pensiones.
Figuras destacadas como Anne Hidalgo y François Hollande, críticos de la coalición anterior, expresaron su apoyo a la nueva formación. Hollande incluso anunció su candidatura a diputado.
Cientos de miles de franceses salieron a las calles bajo la consigna de “no a la ultraderecha”, en apoyo al Nuevo Frente Popular. Diversos sindicatos y agrupaciones progresistas de todo Francia han convocado a nuevas manifestaciones durante esta semana.
Según una encuesta publicada por la revista Le Point, el partido de Le Pen lideraría la primera vuelta con un 29,5% de los votos, por delante de la coalición de partidos de izquierdas, que obtendría un 28,5%. Esto ha encendido mayores alertas de las fuerzas demócratas.
Deportistas, incluido el futbolista estrella Kylian Mbappé, pidieron a los franceses votar contra “los extremos” y específicamente contra la extrema derecha. Mbappé, quien goza de una enorme popularidad en todo el mundo, en una emotiva rueda de prensa, enfatizó la importancia del momento histórico y llamó a defender los valores de “diversidad, tolerancia y respeto”. Otros deportistas como Yannick Noah y Jo-Wilfried Tsonga se unieron en una columna publicada en L’Équipe, denunciando a la extrema derecha y llamando a la movilización contra su ascenso.