Ubicado en medio del Golfo de Bengala, en el océano Índico, se encuentra la isla más peligrosa del mundo: Sentinel del Norte. Con apenas 59,67 km² de superficie y unos 8 km de ancho, esta región forma parte de las islas Andamán, desde donde varios turistas buscan conocer algo de ella. Sin embargo, esta posibilidad es desechada casi de inmediato, ya que sus habitantes amenazan con quitarle la vida a quien lo intente.
Al respecto, en 2018, el joven estadounidense John Allen Chau fue asesinado a flechazos en su intento de evangelizar con el catolicismo a los habitantes de esta isla. Según las autoridades norteamericanas, su cuerpo no logró ser recuperado. ¿Qué se sabe de este apartado lugar?
John Allen Chau murió al intentar ingresar a la isla Sentinel Norte. Foto: El País
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Debido a los riegos que existen por acercarse a la isla Sentinel del Norte, la información que se conoce de ella es limitada, pero interesante. Dicho territorio le pertenece a la India y, en la actualidad, por cuestiones de seguridad, está prohibido tener cualquier tipo de contacto con quienes la habitan, según las disposiciones del Gobierno hindú. Estas sanciones también incluyen la toma de cualquier fotografía.
Por otro lado, se estima que está habitado desde hace 60.000 años, pero que actualmente viven allí unas 80 a 200 personas. Los habitantes aún cazan con lanzas y emplean arpones fabricados por ellos mismos. Asimismo, su lengua no ha podido ser estudiada para su interpretación.
Los habitantes de la isla Sentinel del Norte fabrican sus propias armas, como lanzas. Foto: The Indian Coast Guar
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Sobre el porqué de su aislamiento hay dos teorías: la primera de ellas señala que, en 1880, un grupo de colonos británicos secuestró a algunos de ellos; por tal motivo, desde entonces, decidieron aislarse para protegerse. La segunda hipótesis que se maneja es que buscan alejarse de las enfermedades. De hecho, un estudio publicado en 2004 por la revista Science, sobre otra tribu andamanese, los jarawa, apunta que poseían una baja variabilidad genética.
El único contacto documentado y exitoso que hay con los habitantes de la isla Sentinel del Norte es el que realizó el antropólogo hindú Triloknath Pandit, cuando, en 1991, tras años de intentos, tuvo un acercamiento a la tribu. En entrevista con BBC, refirió que, como señal de amistad, les acercaron cocos desde su bote.
“Nos quedamos desconcertados por lo que nos permitieron. Fue su decisión reunirse con nosotros y la reunión tuvo lugar en sus propios términos. Saltamos del bote y nos quedamos con el agua hasta el cuello, distribuyendo cocos y otros regalos. Pero no se nos permitió entrar más allá”, indicó.
Triloknath Pandit, un antropólogo indio, hizo contacto con la tribu de Sentinel del Norte. Foto: Clarín
Sin embargo, esto no duró mucho, puesto que un joven de la tribu amenazó al investigador. Esto puso un fin a las expediciones a esta región y marcó el inicio de prohibir su ingreso.
A pesar de ello, Pandit indicó que, tras su comportamiento, no considera a los sentineleses como personas "hostiles”. “Es una manera equivocada de mirarlos. Nosotros somos los agresores. Somos los que tratamos de entrar a su territorio. Debemos respetar sus deseos y dejarlos en paz”, explicó.