Quito. EFE
El centro de Quito fue escenario de disturbios debido a enfrentamientos entre manifestantes y policías durante el noveno día consecutivo de las protestas en Ecuador contra el Gobierno del presidente Guillermo Lasso por la carestía de la vida.
Estos altercados ocurrieron cuando grupos de manifestantes trataron de llegar al parque El Arbolito, epicentro hace cerca de tres años de la ola de protestas que paralizó al país durante cerca de diez días, en octubre de 2019, y que dejó un saldo de una decena de fallecidos y unos 1.500 heridos a nivel nacional. Desde el domingo por la mañana, las fuerzas de seguridad tomaron la Casa de la Cultura Ecuatoriana, que se encuentra anexa a ese parque, para evitar que, como en 2019, albergara a los miles de indígenas de otras provincias que llegaban al país para concentrar nuevamente la movilización en la capital.
Pese a los reiterados llamados del líder indígena Leonidas Iza, principal promotor de las protestas, para que las movilizaciones sean pacíficas y sin violencia ni vandalismo, algunos manifestantes realizaron ataques a las instalaciones de la Fiscalía General del Ecuador, cuya sede se ubica cerca de la zona de los enfrentamientos. La Fiscalía denunció que su sede central fue atacada, y que puso “a buen recaudo la información sensible de los casos que lleva adelante”, al tiempo que también hizo “un llamado público a la paz y el respeto a la ley”.
Policía de Ecuador dispersa la manifestación en Quito. Foto: AFP
También hubo incidentes en torno a la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), que denunció “actos vandálicos por parte de manifestantes” contra su sede central, donde además “miembros de la Policía Nacional han ingresado sin autorización”.
En otros puntos de la ciudad también hubo numerosos cortes de vías que obligaron a la Empresa Pública Metropolitana de Transporte de Pasajeros de Quito a suspender los servicios “hasta que las condiciones en las vías sean favorables”.
Desde el lunes, las protestas se han concentrado en Quito con la llegada de miles de indígenas de las provincias andinas del norte y del centro y sur del país para hacerse sentir con más fuerza y desafiar el estado de excepción decretado por el Gobierno en seis provincias, entre ellas Pichincha, donde está la capital nacional.
Hasta ahora, Iza rechaza las reiteradas invitaciones para sentarse a dialogar con el presidente, Guillermo Lasso.
El ministro de Defensa, Luis Lara, dijo que “estas acciones van más allá de la protesta, se trata de un intento deliberado de utilizar la violencia armada para atentar contra la democracia”. Y advirtió que las Fuerzas Armadas “no permitirán que se intente romper el orden constitucional o cualquier acción contra la democracia”.