Al menos siete personas murieron y dos docenas resultaron envenenadas después de que los médicos de una clínica en Rusia les dijeran que “tragaran líquido de batería” antes de someterse a una radiografía.
Las víctimas sufrieron muertes agonizantes y lesiones crónicas luego del error mortal en la clínica del Centro de Diagnóstico Municipal No. 1 de San Petersburgo.
Desde entonces, un médico ruso de alto rango ha sido detenido como parte de una investigación criminal sobre la confusión y fue acusado de usar fluidos industriales que no son para consumo humano.
El Dr. Yevgeny Popov fue detenido bajo sospecha de causar la muerte por negligencia y brindar servicios que no cumplieron con los estándares requeridos. Los pacientes bebieron el “líquido de batería” en preparación para someterse a radiografías del esófago, estómago y el intestino en dicho centro de salud, según los informes.
Al poco tiempo, comenzaron a experimentar síntomas graves que los médicos habrían ignorado. En menos de 12 horas, fallecieron cuatro pacientes después de tomar el insumo mortal.
“En esta clínica, simplemente tomaron un polvo no certificado y lo disolvieron en agua”, dijo la patóloga Zhanna Shmidt al periódico local Moskovsky Komsomolets.
“Lo que recibieron en realidad fue líquido de batería. Esto no es una metáfora, es cómo era. Las baterías de automóviles también contienen sales de bario. Según tengo entendido, este polvo técnico se vendió para algún tipo de investigación de laboratorio, y no para uso oral”, explicó la experta.
La ingestión de sustancias tóxicas, como el líquido de la batería, puede causar estragos en el esófago y el estómago, además de generar infecciones graves e insuficiencia orgánica.
Una mujer, de 60 años, fue la primera víctima en ser trasladada a emergencia, antes de fallecer trágicamente 12 horas después.
Por su parte, el padre de cuatro hijos, Alexey Tsaryov, de 42 años, ingresó luego de que su condición se deteriorara dramáticamente tras regresar a casa de su rutina de rayos X.
Viktoria Andreeva contó cómo su madre Tatyana, de 66 años, sufrió una muerte atroz el mismo día que bebió la sustancia antes de la radiografía.
Una serie de personas también fueron ingresadas en el hospital antes de que tres ciudadanos más murieran el 1 de febrero.
El Gobierno ruso informó que se encuentra investigando el accidente mortal.