Buenos Aires. EFE
Un ataque con bombas molotov perpetrado contra la sede del Grupo Clarín, el mayor conglomerado periodístico de Argentina, que no dejó víctimas ni daños materiales de importancia, fue este martes repudiado por parte de los principales referentes políticos y las entidades periodísticas, incluida la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
En la noche del lunes, un grupo de encapuchados, aún sin identificar, atentó contra el edificio de la empresa -que tiene medios escritos, radiofónicos y televisivos- en el barrio de Barracas de Buenos Aires.
“La violencia siempre altera la convivencia democrática. Esperamos que los hechos se esclarezcan y los autores sean identificados a partir de la investigación que está en curso”, expresó en Twitter el presidente peronista Alberto Fernández.
"La gestión de gobierno seguirá desarrollándose del modo que yo estime conveniente", señaló el presidente argentino. Foto: EFE
La misma vía eligió su antecesor, el opositor Mauricio Macri (2015-2019): “El ataque a Clarín es un gravísimo intento de amedrentar al medio y a toda la prensa. Un hecho inaceptable que recuerda las prácticas violentas del pasado. Repudio la agresión y envío mi solidaridad. Que el Gobierno y la Justicia aclaren lo sucedido y detengan a los responsables”.
Los agresores, según informó Clarín, arrojaron bombas incendiarias de tipo molotov sobre uno de los ingresos del edificio, entonces cerrado, un suceso que quedó registrado por las cámaras de seguridad.
En una información en el portal del propio diario Clarín se especificó que fueron al menos nueve personas las que participaron del ataque, con artefactos que impactaron sobre la acera y en la puerta, lo que provocó un principio de incendio.
“Me da la impresión que este tipo de episodios en la Argentina ya habían sido superados, uno quería creer que habíamos aprendido de nuestros errores, pero parece que no. Parece que volvemos a empezar, yo lo tomo como un síntoma muy preocupante de una situación que sigue presente”, dijo a Efe Ricardo Kirschbaum, editor general del diario Clarín, tras recordar cómo —en medio de la violencia política que imperaba en el país— la sede del diario fue asaltada en 1973.
La SIP señaló que se trata de un “atentado violento que busca amedrentar y constituye una grave violación a la libertad de prensa” y llamó a que a la mayor brevedad las autoridades cumplan con su deber de “investigar, señalar y llevar ante los tribunales a los instigadores”.