Al menos 24 pacientes murieron la madrugada de este domingo 25 de abril en una explosión provocada por el estallido de bombonas de oxígeno en la unidad de cuidados intensivos (UCI) del hospital Al Jatib del sureste de Bagdad, destinado a pacientes con coronavirus.
Una fuente del Ministerio de Interior de Irak señaló que al menos 24 personas murieron en la explosión e indicó que las causas de los decesos fueron por asfixia debido a que la deflagración provocó un gran incendio en las instalaciones médicas. El número de fallecidos podría aumentar en las próximas horas.
Según la fuente, la explosión fue provocada por el estallido de unas bombonas de oxígeno dentro del hospital de Al Jatib, en el sureste de Bagdad, unas instalaciones médicas con una capacidad de 120 camas, las que han sido destinadas exclusivamente a pacientes de coronavirus.
Por su parte, la agencia de noticias estatal iraquí INA dijo que, según las primeras investigaciones, el incendio podría haber sido provocado por un cortocircuito o por la explosión de unas bombonas de oxígeno en mal estado.
Más de 20 equipos de bomberos lograron apagar las llamas de este “masivo incendio”, en palabras de la Defensa Civil iraquí, que informó en un comunicado que lograron rescatar a unos 90 pacientes durante la evacuación del centro.
La nota añade que decenas de vecinos acudieron a socorrer a los pacientes, la mayoría de los cuales eran ancianos y personas que estaban conectadas a respiradores.
Estos incidentes en Irak son inusuales, a pesar del mal estado de la infraestructura médica de un país en reconstrucción tras décadas de conflicto que han afectado seriamente a los servicios públicos.
En este sentido, la comisión pública de Derechos Humanos de Irak ha pedido al Gobierno que asuma la responsabilidad de este incidente y ha exigido la dimisión del ministro de Salud, a la vez que ha recordado las deficiencias del sistema sanitario iraquí, especialmente en medio de una situación tan excepcional como la pandemia.
Por su parte, el primer ministro iraquí Mustafa al Kazemi ha ordenado una “investigación inmediata” sobre la explosión, según un comunicado de su oficina.
Irak es uno de los países árabes de Oriente Medio que más contagios ha registrado hasta el momento, más de 1,18 millones, según la Organización Mundial de la Salud, mientras que la cifra de muertes asciende a más de 15.000.