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Daniel Ortega cumple 14 años seguidos en la Presidencia de Nicaragua

Ortega tiene como compañera de fórmula vicepresidencial a su esposa, la poetisa Rosario Murillo. El presidente se alista para su cuarta reelección y tercera consecutiva desde el 2007.

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Ortega buscará ser reelegido el 7 de noviembre de 2021 para su quinto mandato. Foto: AFP

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, cumple este domingo 10 de enero 14 años consecutivos en el poder con un absoluto control político y militar, ejerciendo un fuerte dominio frente sus opositores. Es aliado de Cuba, Rusia y Venezuela, y está enemistado con Estados Unidos y con los obispos nicaragüenses. Además, espera tener un nuevo mandato de cinco años.

El exguerrillero sandinista de 75 años retornó al poder el 10 de enero de 2007 tras coordinar una Junta de Gobierno de 1979 a 1985 y presidir por primera vez el país entre 1985 y 1990. Con mano de hierro y habilidad busca aferrarse al poder por cinco años más en los comicios de noviembre próximo.

Ortega, quien desde el 2017 tiene como compañera de fórmula vicepresidencial a su esposa, la poetisa Rosario Murillo, se alista para su cuarta reelección y tercera consecutiva desde 2007, sin permitir hasta ahora la libre movilización y organización a los opositores, que lo catalogan como un “dictador”.

Para asegurar su dominio político, el gobernador ha promovido leyes con las que, a discreción, puede etiquetar como “traidores a la patria” o “agente extranjero” a sus contrincantes y vetar sus candidaturas.

Gobierna país pobre y polarizado

El líder sandinista, que dirige el país más empobrecido de Centroamérica y el tercero más pobre de América, aplastó a la fuerza la revuelta popular que estalló en abril de 2018 por una controvertida reforma a la seguridad social. La represión dejó cientos de muertos, detenidos y decenas de miles en el exilio. Como respuesta, además, tildó la manifestación como un “fallido intento de golpe de Estado”.

Desde entonces, cualquier disenso o protesta es neutralizada por la Policía Nacional, que dirige su consuegro, Francisco Díaz, y de la que Ortega se enorgullece por sus raíces sandinistas.

“Ortega es un dictador capaz de cualquier cosa para mantenerse en el poder”, dijo a EFE el político opositor Eliseo Núñez, para quien “luchar contra un dictador es una obligación, no una opción”.

Los críticos de Ortega acusan a este de querer amasar, junto con su familia, todo el poder en sus manos, como los hermanos Castro, sus mentores, en Cuba, y citan para ello una frase que en vida dijera el antiguo “comandante de la revolución sandinista” Tomás Borge.

Sus críticos lo acusan de querer amasar, junto con su familia, todo el poder en sus manos, como los hermanos Castro, sus mentores, en Cuba. Foto: Diario Exterior

“Dictadura cruel”

Para el dirigente Juan Sebastián Chamorro, hoy “Nicaragua sigue estando bajo la bota de una dictadura cruel” y, “así como terminó la dictadura de entonces —en referencia a la de la familia Somoza (1937-1979)— así terminará la actual. Volveremos a ser República”.

Ortega, un exguerrillero marxista, nostálgico confeso de la “Guerra Fría” y que buscará ser reelegido el 7 de noviembre de 2021 para su quinto mandato y cuarto consecutivo, retornó al poder con un 38% de los votos, que fue suficiente ante la división de las fuerzas liberales y conservadoras.

“Ortega retornó al poder por la ruta que le pavimentó el pacto (con el expresidente Arnoldo Alemán, 1997-2002), el cual, dicho sea de paso, le posibilitó desmantelar, con el apoyo de la bancada del PLC (Partido Liberal Constitucionalista), la precaria institucionalidad, imponer fraudes electorales, reprimir, cooptar al Ejército y a la Policía, reelegirse y consolidar su dictadura”, anotó el disidente sandinista Enrique Sáenz en un escrito.

“De por medio estuvo también el pacto con los grupos empresariales más prominentes”, agregó.

Ortega mantenía una alianza de consenso con el sector privado hasta que estallaron las manifestaciones antigubernamentales en abril de 2018, que el Ejecutivo neutralizó a la fuerza.

La oposición acusa a Ortega de haber destruido el incipiente sistema democrático y dinamitado los cimientos de la República, lo cual es rechazado por los sandinistas, cuyo círculo de poder ha recibido sanciones de Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea y el Reino Unido.