Una de las principales opositoras al gobierno de Bielorrusia, Maria Kolesnikova, fue detenida por desconocidos la mañana del 7 de septiembre en el centro de Minsk, capital del país, de acuerdo a información de un medio de comunicación que recogió la versión de varios testigos.
La desaparición de Kolesnikova, una de las pocas políticas que no se ha exiliado en el extranjero, se produce 24 horas después de otra gran manifestación contra el mandatario Alexánder Lukashenko, que acabó en actos de violencia y 633 detenciones
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Los testigos aseguran que la mujer fue arrestada por personas no identificadas cuando se encontraba caminando cerca del Museo de Arte Nacional, y que fue introducida en un minibús con el letrero “comunicaciones”. Después, se alejaron en dirección desconocida.
“Caminaba por la calle y escuché el sonido de un teléfono cayendo sobre el asfalto, una especie de golpe, me di la vuelta y vi que personas vestidas de civil y con máscaras empujaban a María hacia un minibús, una de estas personas tomó el teléfono, saltó al minibús y se fueron”, dijo un testigo del incidente al portal digital Tut.by.
Kolesnikova forma parte del Consejo de Coordinación de la oposición, un organismo que desea despejar el camino para una transición política en Bielorrusia y contra el que se ha abierto causa judicial. Precisamente, dicho grupo ha confirmado su detención.
“Recibí información del portavoz del Comité de Coordinación sobre la detención de Kolesnikova”, ha dicho Maxim Znak, uno de los miembros del CC, a la agencia de noticias rusa Sputnik.
Por su parte, la secretaría de prensa del departamento de policía de Minsk informó que ya se investiga lo ocurrido.
Kolesnikova es música de profesión y trabajaba como jefa de campaña del arrestado candidato presidencial bielorruso Viktor Babariko.
Alcanzó notoriedad durante la campaña electoral como integrante del llamado Trío de Mujeres, que habló en los mítines junto con Valery Tsepkalo, y la candidata presidencial Svetlana Tijanovskaya, que unificó a toda la oposición.
El país del oriente europeo se encuentra inmerso en una crisis política desde que se proclamó como ganador por sexta ocasión a Alexánder Lukashenko en las elecciones presidenciales del último 9 de agosto. No obstante, desde la oposición, este proceso ha sido considerado fraudulento.
Desde ese día, miles de personas han mostrado su rechazo a los comicios y, durante cuatro fin de semanas consecutivos, han tomado las calles de Minsk, a pesar del despliegue de fuerzas de seguridad y del ejército.