El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, no es consecuente con las medidas interpuestas por sus funcionarios ante el avance del coronavirus. Pese a las restricciones, el mandatario federal no ha dejado de dar besos y abrazos en sus recientes encuentros con la población del estado de Guerrero.
Esta vez, AMLO volvió a ser el centro de atención, luego de que besara a una niña, tras su salida de un hotel en Ometepec al ser interceptado por simpatizantes que querían saludar al jefe de estado. La acción provocó una ola de indignación en las redes sociales.
Andrés Manuel López Obrador no dudó en compartir un video, en el que se observa a una madre y su hija acercándose a él para saludarlo, acto seguido, sostiene a la niña entre sus brazos y le da un beso en la mejilla.
De inmediato, las criticas en Twitter no se hicieron esperar, muchas de ellas calificaron la acción del mandatario como repugnante, inapropiado, antihigiénico, aberrante y otros adjetivos.
La controversia creció debido a que la doble interpretación que generó entre los internautas. Por un lado, la falta de medidas preventivas ante un posible contagio de COVID-19, y por otro, el acercamiento que tuvo el jefe de estado con la menor de edad.
Como se recuerda, tras el anuncio del primer caso de coronavirus en México, el último 28 de febrero, el subsecretario de Prevención y Promoción de Salud, Hugo López-Gatell, fue el primero limitar los saludos con besos y abrazos. Algo que el presidente de la república parece no haber escuchado.
Horas más tardes de desatarse la polémica, el padre de la menor, Zuriel Díaz Cruz, salió al frente para aclarar lo sucedido.
A través de un video en su cuenta de Facebook, el progenitor de la menor refirió que su hija quiso saludar al presidente. “Con mucha emoción fuimos a saludar al presidente. Ante la multitud, mi hija quería saludar al presidente, quería abrazarlo, entonces yo le di mi hija al presidente para que la abrazara”.