Actualmente, tras un rendimiento decepcionante en la Copa América, México se encuentra nuevamente en busca de un líder que pueda llevarlos a un mejor desempeño en el Mundial 2026, el cual se celebrará en casa. Entre los nombres que suenan para reemplazar a ‘Jimmy’ Lozano, el de Aguirre resalta con fuerza.
Hace solo unos meses, Javier Aguirre estaba en el centro de la escena futbolística española, dirigiendo al Mallorca en la final de la Copa del Rey. Aunque el título se escapó por poco, logró mantener al equipo en primera división, una hazaña que reafirma su reputación como un técnico capaz de rescatar proyectos en situaciones complicadas. Esta capacidad de gestión en momentos críticos es lo que lo coloca como uno de los principales candidatos para asumir nuevamente el mando de la Selección Mexicana.
La primera incursión de Aguirre al frente del equipo nacional comenzó en 2001. En ese entonces, México estaba en una situación delicada en las eliminatorias para el Mundial de Corea-Japón 2002. Su primer partido como entrenador fue una victoria crucial contra Estados Unidos, con un gol de Jared Borgetti que cimentó su estatus como salvador. Bajo su dirección, México logró clasificarse para el Mundial, y aunque la aventura terminó en octavos de final, su trabajo dejó una marca positiva.
Estadísticas de la primera etapa:
Durante este periodo, Aguirre fue capaz de integrar y motivar a jugadores clave como Cuauhtémoc Blanco y Gerardo Torrado, formando un equipo competitivo que cumplió con el objetivo de clasificar al Mundial.
La segunda etapa de Aguirre al mando de la Selección Mexicana comenzó en 2009, en un contexto de nueva crisis. Sven Goran Eriksson había dejado al equipo en una posición complicada, y Aguirre fue llamado nuevamente para rescatar la clasificación al Mundial de Sudáfrica 2010. En esta ocasión, no solo logró el objetivo de clasificar, sino que también ganó la Copa Oro con una contundente victoria de 5-0 sobre Estados Unidos en la final.
Estadísticas de la segunda etapa:
A pesar de estos éxitos, la eliminación en octavos de final del Mundial 2010 contra Argentina fue vista como una oportunidad perdida, especialmente por las expectativas de alcanzar el famoso ‘quinto partido’. Aguirre mismo reconoció las limitaciones de su gestión en esa ocasión, destacando que no lograr el pase a la siguiente ronda era un fracaso.
En la actualidad, la Selección Mexicana se enfrenta a un escenario diferente. A pesar de tener asegurada su participación en el Mundial 2026 por ser coanfitrión, los resultados recientes han sido preocupantes. La eliminación temprana en la Copa América y las actuaciones poco convincentes en la Concacaf Nations League han generado dudas sobre la capacidad del equipo para competir al más alto nivel en el torneo mundialista.
La historia de Javier Aguirre con la Selección Mexicana es un testimonio de su capacidad para gestionar y motivar a un equipo en tiempos difíciles. Aunque el reto actual es diferente, su experiencia y conocimiento del fútbol mexicano lo posicionan como una opción lógica y prometedora para dirigir al equipo en el Mundial 2026. Con la necesidad de restaurar la confianza y el rendimiento del equipo, Aguirre podría ser, una vez más, el salvador que México necesita.