¡Dormir también es uno de los grandes placeres de la vida! Antes de saber cuándo tenemos que cambiar nuestras sábanas, tenemos que revisar nuestros hábitos cotidianos. Aunque nos cambiemos de pijama, ropa interior o nos duchemos, los tejidos se ensucian. Y sí, todo se ensucia más rápido de lo que podemos pensar.
Dormir es tan importante para la salud que hasta ocupa la tercera parte de la vida de una persona. Esto quiere decir que todo lo que pueda perturbar o disminuir la calidad del sueño estará afectando tu bienestar. Sin embargo, además de cómo se duerme, cuánto tiempo o en qué posición, es importante el dónde.
En ese sentido, no hay nada mejor que meterse en una cama con sábanas limpias. Lamentablemente, mucha gente no cambia las sábanas regularmente. Incluso a veces el cambio de la ropa de cama puede llegar a dilatarse por meses. Por ello, expertos revelaron que dormir tanto con sábanas como con ropa sucia puede ser muy perjudicial para la salud.
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sábanas - cama
Es preciso que conozcas qué microorganismos pueden acumularse en la ropa de cama porque, de esta manera, comprenderás la importancia de la buena higiene de estas prendas.
Entre las telas de cualquier material puede haber: ácaros, bacterias, piel muerta, pelos, suciedad, polvo, cremas, secreciones secas (por ejemplo, sudor o saliva), insectos minúsculos, maquillaje, polen, hongos, caspa, hasta partículas de animales y plantas. ¿Te imaginas pasar la noche con todos ellos?
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Por ese motivo, se hicieron muchos estudios. Y la más reciente es la del director de microbiología clínica del centro médico Langone de Nueva York. Según el especialista, como mínimo, las sábanas se deben lavar una vez a la semana. Esta frecuencia de lavado debería ser mayor en el caso de que alguien de la familia estuviera enfermo, se duerma desnudo o si las temperaturas fueran muy elevadas.
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Eso sí, no solo hay que lavar las sábanas por ser un foco de virus y bacterias. Otros objetos que usamos a diario se ensucian y pueden transmitir enfermedades, es el caso de las toallas de baño, trapos de cocina, alfombrillas de baño y cortinas. Por ello, se deben lavar, también, cada semana. En el caso de las cortinas, puede ser máximo cada mes.
Con esta información, ya no te quedarán dudas sobre la frecuencia con la que deberías lavar las sábanas. Ten en cuenta estos consejos y acaba con esos nidos de bacterias, ácaros y suciedad.