Legal y sin causales. El pasado miércoles 18 de marzo, el parlamento de Nueva Zelanda decidió que el aborto libre dejará de ser penalizado y se convertirá en un derecho para todas las mujeres.
La primera ministra Jacinda Ardern promovió esta reforma de ley desde que asumiera el cargo en 2017. Finalmente, logró hacerlo realidad tres años después y con 68 votos a favor en el Congreso.
Si bien en Nueva Zelanda el aborto terapéutico es legal desde 1977, la interrupción voluntaria del embarazo sin restricciones continuaba siendo penalizada. Esta situación cambió hace unos días, cuando la reforma de ley que permite la intervención de manera libre y bajo decisión de la propia gestante fue aprobada en el Parlamento.
Con la modificación de la reforma, el aborto en el país oceánico será una opción para las mujeres hasta las primeras 20 semanas de gestación y después de pasar un control médico.
Nueva Zelanda
Hasta el momento, las mujeres neozelandesas que decidan interrumpir voluntariamente su embarazo, aunque este no represente un peligro para su integridad física (como sí está permitido en el aborto terapéutico), se exponían a penas de hasta 14 años de cárcel.
La aprobación del aborto sin causales fue una de las medidas que anticipó en 2017 por la primera ministra Jacina Ardern. Finalmente, tres años después, cumplió con su promesa de cara a las próximas elecciones de setiembre.
''Durante más de cuarenta años, el aborto ha sido el único procedimiento médico que es considerado un delito en Nueva Zelanda [...] Ahora los abortos serán tratados como una cuestión médica'', señaló el ministro de Justicia, Andrew Little, a través de un comunicado.
Esta ley beneficiaría a miles de mujeres en el país oceánico. Según datos del Gobierno recogidas en 2018, la tasa de abortos marca 13,5 por cada mil féminas, cifra que iguala y duplica a los procedimientos que se realizan en Estados Unidos y Alemania, respectivamente.