La administración de Donald Trump enfrenta el reto de implementar sus propuestas de campaña tras ganar las elecciones de Estados Unidos el 5 de noviembre ante Kamala Harris, que incluyen una política de deportación masiva a este grupo de inmigrantes.
Este enfoque ha provocado críticas y preocupaciones entre defensores de los derechos humanos, quienes alertan sobre las posibles repercusiones para millones de inmigrantes. Además, ya se ha dado a conocer la cifra del primer grupo de personas que enfrentarán deportación tras la toma de posesión del empresario en Estados Unidos.
La campaña de Trump ha estado marcada por la ambigüedad en torno a las deportaciones de migrantes. A pesar de que el equipo del expresidente no especificó cifras, su compañero de fórmula, JD Vance, se atrevió a mencionar un número claro: un millón de personas. Vance, en un intento por criticar a la actual administración de Estados Unidos, afirmó que "ahí fue donde Kamala Harris falló", sugiriendo que el nuevo gobierno tomará medidas drásticas en este ámbito.
La propuesta anunciada con el lema "¡Deportaciones masivas, ahora!" ha suscitado inquietud entre expertos en migración. Señalan que implementar un plan de tal envergadura enfrentaría serios obstáculos legales y logísticos, dificultando su ejecución. El debate sobre la viabilidad de esta medida se intensifica en un momento en el que las políticas migratorias ocupan un lugar destacado en la agenda política de Estados Unidos.
Donald Trump ha sido electo como el 47.º presidente de Estados Unidos, superando en las elecciones a la candidata demócrata Kamala Harris. Su retorno a la Casa Blanca, después de cuatro años fuera del cargo, genera incertidumbre sobre cómo cumplirá sus promesas de campaña, especialmente su plan de implementar una política de deportación masiva de inmigrantes en situación irregular.
Con una mayoría republicana de 52 escaños en el Senado, Trump dispone de un respaldo clave en la cámara alta. No obstante, la situación en la Cámara de Representantes sigue sin definirse, aunque los republicanos están en una posición favorable con 193 asientos, acercándose a los 218 requeridos para lograr el control.