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Estados Unidos

La estación de tren más grande de Estados Unidos: tiene casi 115 años de historia y es una joya arquitectónica

Aunque la edificación de la estación de tren más grande de Estados Unidos generó críticas, los defensores del proyecto creían firmemente que la terminal impulsaría el crecimiento económico.

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En 1913 se inauguró el tren más grande de los Estados Unidos. Foto: composición LR

En la ciudad de Nueva York se encuentra la estación de tren más grande de los Estados Unidos. Esta joya arquitectónica tiene casi 115 años de historia. Fue erigida en una época en la que se preveía un crecimiento sostenido del transporte de larga distancia por ferrocarril.

La construcción de la estación empezó en 1903. Aunque la edificación generó críticas, los defensores del proyecto creían firmemente que la terminal impulsaría el crecimiento económico. Y, efectivamente, el vecindario comenzó a prosperar de manera extraordinaria.

Grand Central Terminal es una obra maestra de la arquitectura parisina del École des Beaux-Arts. Foto: difusión

¿Cuál es la estación de tren más grande de Estados Unidos?

En 1913 se inauguró el tren más grande de los Estados Unidos. Se trata de la Grand Central Terminal, ubicada en la icónica ciudad de Nueva York. Cuenta con 44 andenes y 67 vías. Esta joya arquitectónica abarca 19 hectáreas.

En 1930 se había convertido en la estación de tren más concurrida de Estados Unidos, siendo el centro neurálgico de servicios de larga distancia como Fast Mail y Water-Level Limited. Sin embargo, no todo fue un camino de rosas para la estación. A medida que el mundo del transporte evolucionaba, después de alcanzar récords anuales de pasajeros a mediados de la década de 1940, comenzó a enfrentar un declive. Los viajeros tenían nuevas alternativas para sus desplazamientos de larga distancia, como el avión y el automóvil, facilitados por el desarrollo de nuevas carreteras.

En la ciudad de Nueva York se encuentra la estación de tren más grande de los Estados Unidos. Foto: NYC Tourism

Además, el sector y la compañía ferroviaria detrás de Grand Central Terminal atravesaban momentos difíciles. Entre las décadas de 1950 y 1960 surgieron varias propuestas para demolerla. No obstante, en 1967, la estación fue declarada hito de la ciudad por la Comisión de Preservación de Monumentos Históricos. 

A finales de la década de 1980 se inició un proceso de revitalización, liderado por Metro-North, con un plan de mejora de 435 millones de dólares. Este esfuerzo incluyó la limpieza del techo de la explanada principal, mejoras en el vestíbulo y reparaciones estructurales.

¿Por qué la Grand Central Terminal es una joya arquitectónica?

Grand Central Terminal es una obra maestra de la arquitectura parisina del École des Beaux-Arts. Este hermoso diseño ha inspirado a muchas estaciones alrededor del mundo. Con el transcurso del tiempo se han añadido una galería, una escuela de arte, un cine y un museo de historia ferroviaria. Adicionalmente, se ha convertido en un hito cultura al albergar numerosas películas, series y eventos históricos.

Al ingresar a Grand Central Terminal por la esquina de la calle 42 y Park Avenue, los visitantes descubren un inmenso vestíbulo que mide 114 por 36 metros. Su techo, a 38 metros de altura, está adornado con 2.500 pinturas de Paul Cesar Helleu, que representan un deslumbrante paisaje de constelaciones y estrellas iluminadas por lámparas halógenas. Curiosamente, el mapa estelar está pintado al revés. 

En el centro de este majestuoso vestíbulo, se encuentra un icónico reloj de cuatro caras, situado sobre un centro de información que muestra los horarios de los trenes. Cada esfera del reloj se fabricó con ópalo y su valor se estima entre 10 y 20 millones de dólares. Asimismo, la estación cuenta con dos escaleras de mármol, inspiradas en la Ópera Garnier de París, que ofrecen una vista impresionante del vestíbulo.

Además, está llena de ventanales que inundan el espacio con luz natural y brindan vistas de la ciudad. En la planta baja, los visitantes encontrarán un mercado repleto de productos frescos y deliciosos, ideal para los neoyorquinos en movimiento. Entre los locales destacados están Starbucks, Shake Shack y Magnolia Bakery.