El impuesto a los servicios digitales ha generado un intenso debate en muchos países, y el Perú no es la excepción. Este tributo, conocido popularmente como la 'tasa Netflix', tiene como objetivo gravar plataformas como Netflix, Spotify y Amazon Prime, entre otras. Desde 2020, se aplica a servicios digitales ofrecidos por empresas extranjeras que carecen de presencia física en el país.
En el contexto peruano, este impuesto se integra dentro del régimen del Impuesto General a las Ventas (IGV), con una tasa establecida del 18%. Sin embargo, su implementación plantea preocupaciones sobre el impacto en los negocios locales y el costo para los consumidores.
"No es un nuevo impuesto, es solamente incluir a este servicio de streaming como afecto al impuesto, como todos los servicios que existen", comentó Juan Santivañez, socio del estudio contable BKR Santivañez , a Andina. "Un escenario que ya se había postergado, ya que en el año 2020, el gobierno peruano comenzó a gravar servicios digitales ofrecidos por empresas extranjeras".
La 'tasa Netflix' entrará en vigencia el 1 de diciembre de 2024, conforme al Decreto Legislativo N° 1664.
Los cinco efectos de la 'tasa Netflix' en el contexto peruano son los siguientes:
A largo plazo, la 'tasa Netflix' contribuye a la creación de un entorno más equitativo en el comercio digital. Tradicionalmente, las empresas locales han enfrentado una desventaja competitiva en comparación con sus contrapartes internacionales que operan sin las mismas obligaciones fiscales. La implementación de esta medida busca nivelar el campo de juego, garantizando que todas las empresas, sin importar su origen, contribuyan de manera justa a las arcas fiscales.
Además, la 'tasa Netflix' se alinea con las tendencias globales hacia la regulación del comercio digital. A medida que más países comienzan a implementar políticas similares, se crea un marco que fomenta la cooperación internacional y la armonización de las regulaciones fiscales. Esto no solo beneficia a los Estados en términos de recaudación, sino que también promueve un entorno comercial más justo y competitivo a nivel global.
Esta medida, que busca gravar a las plataformas de streaming y otros servicios digitales, tiene como objetivo principal aumentar la recaudación fiscal. Y es que, hasta la fecha, muchas de estas operaban en un marco donde sus contribuciones al fisco eran mínimas o casi nulas.
Con la implementación de esta tasa, el Estado peruano puede capturar ingresos de un segmento de la economía que previamente no estaba gravado de manera eficiente. Este aumento en la recaudación fiscal destaca en un momento donde las finanzas públicas se ven presionadas por los efectos de la pandemia y otros factores globales.