Cuando Rusia invadió Ucrania en febrero de 2022, bloqueó los puertos ucranianos del mar Negro, pero mediante un acuerdo con Turquía y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en julio se permitió que el transporte de los granos siga fluyendo. Un año después, los rusos han puesto ciertas condiciones para renovar este trato. Autoridades de Ucrania, que es uno de los mayores exportadores de este producto del mundo —hacia más de 40 países en tres continentes—, señalan que esta decisión pone en riesgo la seguridad alimentaria mundial.
"En las próximas horas y días habrá consultas muy intensas a todos los niveles para encontrar una solución a este inmenso problema que Rusia ha creado al mundo", dijo Dmitró Kuleba, ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania.
El pacto ha permitido la exportación de más de 32 millones de toneladas de alimentos desde Ucrania.
Rusia venía expresando su intención de ponerle fin al pacto debido a que las sanciones occidentales han perjudicado sus propias exportaciones de alimentos y fertilizantes. Así fue que, el lunes 17 de julio, Moscú alegó que ya no podía garantizar la seguridad de la navegación en el noroeste del mar Negro.
El acuerdo, que fue negociado en julio de 2022 por Turquía y la ONU, garantizaba la seguridad y el paso de buques de carga a lo largo de un corredor en el mar Negro de 310 millas náuticas de largo y 3 de ancho, hacia y desde tres puertos ucranianos, según la BBC.
Se permitía a la armada rusa inspeccionar los barcos que entraban en el mar Negro vía el Bósforo o estrecho de Estambul, para asegurarse de que no transportaban armas.
Por su parte, la ONU le prometió a Rusia ayudarle a aumentar sus propias exportaciones de granos y fertilizantes. Si bien Occidente no ha impuesto sanciones a sus productos agrícolas, Moscú alega que otros castigos han disuadido a empresas navieras, bancos internacionales y aseguradoras de negociar con sus productores.
Rusia solicitó que su banco agrícola estatal, el Rosselkhozbank, volviera a ser incluido dentro del sistema global de pago SWIFT, del que las entidades bancarias rusas fueron excluidas tras sanciones en junio de 2022. La petición fue rechazada, pero se presentaron otras alternativas.
Mientras que Rusia busca imponer sus condiciones, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, informó que intentará persuadir a su homólogo ruso, Vladímir Putin, para que reanude el acuerdo en su próxima reunión bilateral prevista a principios de agosto.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo, el miércoles 19 de julio, que la salida de Rusia del pacto empeora las perspectivas de la seguridad alimentaria mundial y amenaza con agravar la inflación de los alimentos, especialmente en los países de bajos ingresos.
"La interrupción de la iniciativa afecta al suministro de alimentos a los países que dependen en gran medida de los envíos procedentes de Ucrania, en particular en el norte de África, Oriente Medio y el sur de Asia", declaró el FMI.
Y agregó que se "empeora las perspectivas de seguridad alimentaria y arriesga con agravar la inflación alimentaria mundial, especialmente para los países de renta baja".
Con información de la BBC Mundo, Reuters y EFE