Con información de EFE
El producto interno bruto (PIB) de Perú se expandirá un 2,6% en 2023 y un 2,9 % en 2024, impulsado, especialmente, por un incremento de la producción y exportación minera, así como por la recuperación del turismo, según el informe de perspectivas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) difundido este martes.
En su reporte, el organismo destaca que la inflación se mantiene alta, lo que, sumado al “endurecimiento de las condiciones financieras”, pesará sobre el consumo de los hogares.
También hace hincapié en que la “alta incertidumbre política, la baja confianza empresarial y la ejecución presupuestaria estructuralmente lenta a nivel regional y local limitarán la inversión”.
La inflación, “que ya ha comenzado a menguar”, llegará al objetivo del 2% a lo largo de 2024, mientras que la informalidad, con niveles prepandemia, incrementará las desigualdades.
La OCDE también recomienda al banco central “mantener una postura restrictiva para garantizar que las expectativas de inflación se reafirmen” y considera que la “salvaguarda de la sostenibilidad fiscal dependerá del mantenimiento de la senda de consolidación prevista”.
También subraya que, con la ralentización en la creación de empleo formal y los altos precios de la energía y alimentos, es necesario el apoyo fiscal dirigido a los más vulnerables.
Por otra parte, el organismo recomienda una “reforma fiscal para aumentar los ingresos públicos estructuralmente bajos”, lo que “ayudaría a abordar apremiantes necesidades sociales y de infraestructuras”.
A juicio de la OCDE, también es necesario “mejorar la progresividad fiscal y hacer que el crecimiento sea más inclusivo”, mientras que incrementar “la generación de electricidad a partir de recursos renovables ayudaría a reducir la dependencia de los combustibles fósiles”.
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La organización considera asimismo que, tras sobrepasar los niveles prepandemia en 2021, la actividad económica, que creció un 3,5% en la primera mitad de 2022, ha perdido su impulso.
Asimismo, precisó que el crecimiento en la primera mitad del año estuvo liderado por una rápida recuperación en la creación de empleo, los retiros de los fondos de pensiones y un rápido incremento del crecimiento del crédito, lo que llevó a “un boyante consumo doméstico”.