Buscan eliminar la discriminación laboral. El Sindicato Nacional del Seguro Social CAS a 728 (SINASSC728) espera extender la Ley 30555 al grupo de trabajadores de EsSalud que se encuentra en el régimen de Contrato Administrativo de Servicios (CAS) al 728 y que quedaron fuera de esta norma.
Para este año, el último grupo de empleados –más de 3 mil– CAS incluidos en la Ley 30555 serán incorporados al régimen laboral 728, beneficiándose de derechos laborales por los que antes estaban excluidos.
El total de beneficiados, según el sindicato, son 9.857 en EsSalud. “Para este año estarían pasando 286 trabajadores por mes. Debe ser el último año”, detalla César Ramírez Rite, técnico de laboratorio clínico y secretario de defensa adjunto del SINASSC728.
Sin embargo, cuenta que aún quedan 4.870 trabajadores en el régimen CAS y que no están incluidos en la norma. Este número separado era inicialmente de casi 3 mil empleados, indica Ángel Chamorro, técnico nutricionista y secretario de control y disciplina del sindicato.
De acuerdo a la Ley 30555, los trabajadores CAS que podían ser incorporados al régimen 728 debían, para ese entonces, tener 2 años como mínimo de labores continuas. Tener una cantidad menor implicó quedar fuera, por lo que ahora el sindicato espera a que el Congreso entrante pueda extender la norma a los CAS excluidos.
La lucha no fue sencilla. “Cuando se creó la ley fue complicado”, señala Ramírez. “Luchamos con el Ministerio de Trabajo y el de Salud para beneficiar a los trabajadores”. El reto fue evitar que los empleados CAS que estaban dentro de la norma sean despedidos. Chamorro añade que se dio un término de contrato masivo, aunque posteriormente fueron repuestos con la ley, que pudo aplicarse una vez que se publicó su reglamento. Ello demoró entre 6 a 7 meses, indica.
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Sin embargo, en este lapso del cambio de régimen, los intentos para no renovarle el contrato a los trabajadores CAS continúan. “Justamente, ahora a una compañera en Tarapoto le han dado una carta de no renovación. Este tipo de cosas han ocurrido durante estos dos años. Hay compañeros que los han querido sacar, los cambian de ubicación en su lugar de trabajo, o de horarios, quitándoles beneficios como son las guardias”, cuenta Ramírez. Él recién pudo pasar al régimen 728 este mes, por lo que señala que el “cambio, definitivamente, es grande. Te da una estabilidad, pasamos a un contrato indeterminado”.
Él relata que pasó por un problema similar. Laboraba en el área de emergencia y fue movido al de laboratorio central. “Tuve que apelar para que el cambio no se realice. Se pudo revertir cuando llevaba tres meses en ese laboratorio central”, añade.
En el caso de Ángel Chamorro, él perteneció al primer grupo que cambió de régimen CAS por el 728. Estaba feliz, señala. Antes, él se sentía discriminado laboralmente. “Estaba renovando cada 2 o 3 meses. A veces me sentía estresado y frustrado por si EsSalud no me renovaba, pese a que me esforzaba”. Cuenta que les hacían trabajar durante feriados o les relegaban a más turnos. No podía rechazar las medidas: tenía que conservar su puesto, aún si con este no tenía derecho a un préstamo.
Ahora, esperan conseguir una nueva ley para los empleados que continuarán en el régimen CAS. Desde el Congreso se había presentado un proyecto de ley, iniciativa de Hernando Cevallos de Frente Amplio y derivado a Comisión de Trabajo y Seguridad Social y a la de Presupuesto. Sin embargo, la disolución dejó suspendida la propuesta.
Según Simón Álvarez Durán, que trabaja en el Hospital Loayza y forma parte del movimiento CAS Nunca Más, en el sector público hay 300 mil trabajadores CAS. Señala que se trabajó en una iniciativa legislativa para que 220 mil pasen a un régimen con mayores beneficios, con una gradualidad del 20%. Sin embargo, el proyecto de ley, ya hecho dictamen, no puede debatirse para convertirse en ley, dado que actualmente no hay Parlamento.
Cuenta que trabajar bajo el régimen CAS es laborar con un “contrato inestable” y el sueldo es poco más del sueldo mínimo –1.500 soles–, pero que en las regiones el monto puede ser menor. “Ya llegó el momento en que el Estado nos reconozca”, expresó.