Conoce cómo puedes vender o alquilar tu vivienda en menos de un mes
La oferta que hay en el mercado inmobiliario es amplia, por eso es importante que sigas estos consejos.
Si has decidido vender o alquilar tu propiedad y deseas hacerlo en el menor tiempo posible, debes de considerar ciertas características sobre cómo funcionan las ventas inmobiliarias y la percepción de los compradores potenciales.
Tener el contexto del mercado inmobiliario, en lo que respecta al valor de la vivienda y las expectativas de la demanda y oferta por m2, hará que tu oferta sea la más acertada. Asimismo, conocer los hábitos de búsqueda del público cuando se trata de encontrar el inmueble ideal: Por ejemplo, en el Perú, 80% de las personas que buscan una vivienda lo hacen a través de plataformas digitales.
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Ante ello, Properati Perú menciona algunos secretos que ayudan a que puedas vender o alquilar tu vivienda en menos de un mes.
En primer lugar, es importante tener los papeles en regla, ya que ellos acreditará la legalidad del inmueble y dará la tranquilidad a los posibles compradores de adquirir la vivienda sin inconvenientes. Revisa la titularidad en Registros Públicos y verifica en la municipalidad del distrito donde está el inmueble, como también la hoja de resumen, el Certificado de Parámetros, las medidas perimétricas, nombre de los propietarios y de ser el caso, ponerse al día en el pago de arbitrios y servicios domésticos.
Es muy importante que el precio de la propiedad debe guardar relación a la cantidad de m2, el número de habitaciones, el distrito donde se ubica, como también la accesibilidad a lugares a claves. Ten en cuenta que el 75% de la compra es emocional, por lo que la primera impresión que tengas como vendedor es muy relevante, por eso evita los brazos cruzados, saluda con una sonrisa y un trato cordial para que transmitas confianza.
Finalmente, debes preparar tu casa usando la técnica del “Home Staging” que tiene como objetivo presentar la mejor cara del inmueble y evitar una reducción en el predio de la vivienda. Esta técnica consiste en personaliza el lugar, retirar objetos personales y si es posible cambiar los muebles; respeta las proporciones adecuadas de espacio y elimina los excesos; e ilumina, uso de los tonos blancos para aprovechar la luz y dar una percepción amplia de los espacios.
